En Gaza no habra vuelta al colegio
La Voz de Galicia, , 04-09-2025Estos días, padres y madres andamos ajetreados con los preparativos de la vuelta al cole de nuestros hijos. En Gaza, por tercer año consecutivo, no será así. La ONU ha publicado recientemente testimonios estremecedores de varios niños que reclaman su derecho a volver al colegio como cualquier otro niño del mundo. Las palabras de Jana, una niña gazatí, son demoledoras: «Dos años de nuestras vidas fueron en vano. Si no fuera por la guerra, ahora estaría preparándome para la escuela, comprando bolígrafos y material escolar. Ahora buscamos agua y comida, corriendo tras el agua y las cocinas comunitarias. Somos niños y queremos vivir como los demás niños».
Otra niña, de nombre Malak, espera que finalicen los bombardeos para volver a su escuela: «Queremos que la guerra termine. Queremos volver a casa. Queremos volver al colegio. Queremos hacer algo útil. Hace mucho tiempo que no comemos comida sana. Queremos volver a casa y llevar una vida normal. Esto no es vida». Y Maya habla de su vida antes de la guerra, que para ella era «mucho más bonita, donde los niños iban al colegio, aprendían y obtenían sus diplomas».
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) unos 600.000 niños de Gaza se verán privados de educación un año más debido a la guerra en curso. El panorama es desolador. Se calcula que casi el 90 por ciento de las escuelas de la Franja han sido destruidas o han sufrido daños importantes. Su reconstrucción será un proceso que precisará de tiempo y de recursos. La Convención sobre los Derechos del Niño establece en su artículo 28 que todos los Estados partes reconocen el derecho del niño a la educación. Nada más lejos de la realidad en Gaza, donde no se respeta ni el derecho a la vida de los más pequeños. ¡Una media de 28 niños mueren diariamente en Gaza! Es el equivalente a una clase entera. Más de 17.000 niños han perdido la vida y unos 33.000 han resultado heridos en la actual guerra en el enclave palestino, según un informe de Unicef publicado el pasado mes de julio. Algunos pondrán estas cifras en duda, por considerarlas manipuladas. Pero hay un hecho que nadie podrá discutir: la muerte de un solo niño es inadmisible.
Como dijo mi admirado Nuccio Ordine, Premio Princesa de Asturias de Humanidades: «Invertir en enseñanza y en cultura significa educar a los jóvenes en el respeto a la justicia, en la solidaridad humana, en la tolerancia, en el rechazo de la corrupción, en la democracia con el fin de mejorar además el crecimiento económico y civil del país». Esto es un espejismo en Gaza en este momento.
Netanyahu y Trump han diseñado para la Franja un macroproyecto urbanístico multimillonario, emblema de la intolerancia, cuyos cimientos se levantarán sobre miles de cadáveres y acabará, así, con los sueños legítimos de los niños gazatíes. Solo los lápices, los cuadernos, las pizarras, los libros y unos profesores comprometidos podrán reconstruir una Gaza en paz. Sin escuelas, sin educación, no hay futuro.
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