Miles de personas solidarias despedimos en el Puerto de Barcelona a la Flotilla de la Libertad que en un rato partirá hacia Gaza con un cargamento de alimentos y medicamentos que atenúen el genocidio por hambre y bombas al que el Estado nazi-sionista de Netanyahu está sometiendo al pueblo de Palestina.

A la flotilla que parte de Barcelona se le unirán centenares de barcos que parten de otros puertos del Mediterráneo.

Todas las iniciativas son válidas, necesarias y urgentes para parar este derroche de muerte y sufrimiento de una población indefensa e inocente, y para que se apliquen las históricas Resoluciones de la ONU que establecen el derecho de Palestina y su pueblo a un territorio y a un Estado seguro y viable.

Resoluciones que el Estado sionista de Israel lleva décadas violando e incumpliendo hasta llegar al actual estado de barbarie e inhumanidad, en el que se practica sin disimulo un genocidio diario con el objetivo confeso de exterminar territorial y poblacionalmente a Palestina.

Pienso que el Estado de Palestina ha sido reconocido por unos 150 países, España entre ellos, con China, India, Rusia, Francia, Canadá… entre tantos otros. Más del 80% de la población de la Tierra reconoce al Estado de Palestina. Es un dato político, no sólo simbólico, muy de fondo.

Si cada jefe de Estado o de gobierno de esos 150 países se montaran en su barco correspondiente de la Flotilla por la Libertad de Palestina, con sus escoltas incluidas, otro gallo le cantaría al criminal Netanyahu y a sus secuaces, cómplices con tortilla en la cabeza y farsarios europeos.

Háganlo, joder, hagan algo efectivo para detener el genocidio, porque si la barbarie sionista extermina a Palestina van a pasar dos cosas tal vez correlativas: O la tercera Guerra bien cruenta y/o un mundo sin reglas ni sentido humano y moral de la vida en el que sólo cuenten, decidan y se impongan los muy fuertes, atomicamente hablando.