La Flotilla ya navega rumbo a Gaza pese a las amenazas israelíes de aplicar un protocolo "antiterrorista" a los tripulantes
La multitudinaria despedida del domingo en el puerto de Moll de la Fusta y las dificultades logísticas provocaron que varios integrantes de la Flotilla terminasen en barcos que no le correspondían. Ello, junto a las inclemencias del tiempo, empujaron a los organizadores a dar media vuelta.
Público, , 01-09-2025Pasadas las 22.00 de la noche del domingo, cuando comenzaban a perderse en la lejanía las luces de la ciudad de Barcelona, la treintena de barcos de la Global Sumud Flotilla deshacían el camino recorrido y volvían al puerto de la Ciudad Condal debido a la amenaza de tormenta y a problemas logísticos en varias embarcaciones.
En un breve comunicado, la Global Sumud Flotilla justificaba la decisión “debido a condiciones meteorológicas peligrosas”, asegurando que “regresamos a puerto para dejar pasar la tormenta. Esto implicó retrasar nuestra salida para evitar complicaciones con las embarcaciones más pequeñas”.
En concreto, la organización aseguró que “ante vientos de más de 30 nudos y la imprevisibilidad del Mediterráneo, tomamos esta decisión para priorizar la seguridad y el bienestar de todos los participantes y garantizar el éxito de nuestra misión”.
La multitudinaria despedida en el puerto de Moll de la Fusta y las dificultades logísticas de esta iniciativa provocaron que varios integrantes de la Flotilla terminasen en barcos que no le correspondían. Ello, junto a las inclemencias del tiempo, empujaron a los organizadores a dar media vuelta.
Une vez amarrados en el puerto, la organización pidió a los voluntarios que no abandonasen su embarcación y, cerca de las cinco de la mañana, las amenazas se cumplieron y una copiosa tormenta despertó a la docena de personas que dormían en la cubierta del superpoblado barco Alma, uno de los mayores de la expedición.
Durante toda la mañana de este lunes 1 de septiembre el muelle ha sido un ir y venir de cajas y voluntarios. “Necesitamos alimentos frescos suficientes para llegar a Túnez, allí nos reaprovisionaremos” informaba uno de los encargados de logística de la flotilla.
El país norteafricano es la única parada prevista en el trayecto hasta Gaza. Allí se unirán a la expedición otra veintena de embarcaciones organizadas por los países magrebíes. “La idea inicial era llegar a Túnez el día 4 de septiembre, pero probablemente nos retrasemos tras este incidente” confesaban desde el comité organizador.
Hasta las 18.30 horas no se comunicó la asignación definitiva de barcos, con varios cambios de última hora. Los activistas se despedían unos a otros prometiendo “verse en Gaza”. Pasadas las 21.15 los barcos salían del complejo portuario de Barcelona.
Israel planea un protocolo antiterrorista contra los tripulantes de la Flotilla
En un movimiento inmediato y contundente, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, presentó una estrategia agresiva frente a la Global Sumud Flotilla. El ministro, uno de los representantes del ala más dura del sionismo, ha presentado un plan al primer ministro, Benjamin Netanyahu, donde insta a castigar con mayor vehemencia a los tripulantes de la Flotilla.
Los últimos intentos por llevar ayuda humanitaria a Gaza fueron interceptados por el Ejército israelí a una distancia considerable de Gaza, tras lo cual los activistas a bordo eran detenidos y deportados a su país de origen en un lapso que rara vez ha superado la semana. Esta vez, Ben-Gvir propone ir más lejos y aplicar un protocolo similar al “anti-terrorista”.
El plan que ha presentado al Gobierno israelí contempla la retención de los activistas en condiciones de confinamiento prolongado en los centros de detención de Ktzi’ot (masculinos) y Damon (femeninos), con restricciones severas —sin televisión ni radio, comidas básicas, vigilancia extrema— e iniciando investigaciones que prueben las “presuntas conexiones con grupos terroristas”.
Además, se propone confiscar los barcos de la flotilla y convertirlos en activos policiales para formar una fuerza marítima al servicio de la armada israelí. Estos anuncios, publicados por el diario Israel Hayom buscarían servir de medida disuasoria: “Tras varias semanas en Ktzi’ot y Damon, lamentarán haber llegado aquí. Debemos eliminar su apetito para otro intento”, aseguraron las fuentes ligadas a Ben-Gvir. Aunque no se tiene constancia de la aprobación oficial de este plan, la iniciativa es toda una declaración de intenciones por parte del gobierno israelí.
El anuncio no alteró el clima general de euforia entre los activistas. “Están jugando con tácticas de criminalización y represión como ya hicieron con las anteriores flotillas” afirma Adriá Plazas, tripulante catalán y miembro del Secretariado Nacional de la CUP. “En ningún momento se me ha pasado por la cabeza bajarme del barco”. Para Plazas el anuncio israelí “es un escenario con el que contábamos, es esperable porque es un estado que vulnera los derechos humanos. Se equivocan si creen que con miedo nos va a frenar”.
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