«Con una solución justa al problema de la inmigración ganamos todos»
El centro cuenta con un nuevo proyecto educativo que integra culturas y acepta la diversidad
Diario Vasco, 08-09-2006De la necesidad virtud. Es lo que han hecho en el colegio público Orokieta de Zarautz. Dado el gran número de alumnos inmigrantes y de otras comunidades autónomas que acogían, decidieron crear un nuevo plan escolar que celebrara la diferencia. «Los padres quieren que sus hijos aprendan a convivir en una sociedad multicultural», dice su director, Xabier Mujika.
– ¿Han acertado con su proyecto educativo?
– Hemos triplicado el número de alumnos en los últimos diez años y no sólo con alumnos inmigrantes . El centro ha cogido muy buena fama en el municipio y todos los años confirmamos que la respuesta de los padres es muy buena.
– Los vecinos de Zarautz, ¿apuestan por el centro?
– La mentalidad de los padres está cambiando hacia la enseñanza pública. Valoran que nuestra apuesta es en euskera. Hemos fusionado los modelos ‘B’ y ‘D’, fruto de nuestra nueva respuesta a la realidad de las familias inmigrantes .
– ¿Por qué decidieron fusionar los modelos lingüísticos?
– Ofrecíamos modelo ‘B’ para la gente itinerante. Tenemos el cuartel de la Guardia Civil al lado y mucha gente venía para dos o tres años. Hemos fusionado los modelos lingüísticos. En el aula tenemos niños con distinto conocimiento del euskera y del castellano. La diversidad lingüística y cultural es manifiesta en nuestro alumnado.
– ¿Cómo han puesto en práctica sus teorías?
– Desde hace bastantes años el claustro está inmerso en una renovación pedagógica y en una continua formación y trasformación para responder a los retos que nos toca vivir en el siglo XXI.
– ¿De dónde sale la inspiración?
– El equipo directivo ha tirado de retos como el de la inmigración. Nos parecía una incoherencia la distinta respuesta que dábamos a los alumnos autóctonos y a los extranjeros. Después de una seria reflexión y de eliminar muchos prejuicios, decidimos cambiar.
– ¿Cómo cambiaron?
– Vimos que había una oportunidad de mejora en el centro. Si acertábamos en dar una solución coherente y justa al tema de la emigración, todos saldríamos ganando. Y así ha sido.
– ¿En qué ha ganado el centro?
– En estos últimos cinco años, a partir del 2000, año en que se produjo una mayor llegada de familias inmigrantes , hemos replanteado todos nuestros aspectos metodológicos, el tratamiento de las lenguas y la organización del centro. A final del pasado curso aprobamos nuestro nuevo proyecto educativo.
– ¿Cuáles son las bases de su proyecto educativo?
– Su cariz intercultural e inclusivo. En la escuela se hacen visibles todas las lenguas maternas de la comunidad, que son más de doce. En los pasillos hay saludos de bienvenida, frases hechas y campañas en todas esas lenguas. El árabe es la cuarta lengua del centro, después del euskera, castellano e inglés. En la semana del libro invitamos a padres, madres y familiares a que vengan a contar cuentos en su lengua materna. Tiene mucho éxito.
– ¿Qué problemas han superado?
– Los estudiantes que optaban por los modelos ‘A’ o ‘B’ y sus familias no encontraban su lugar. Y surgían muchos conflictos. Ahora están integrados en la clase. Hay un segundo docente en el aula. A las familias se les hace una acogida muy cálida. Nuestro esfuerzo se dirige a que esos niños se sientan queridos y se motiven para el aprendizaje y el éxito escolar.
– ¿Y se motivan?
– Enormemente. Los resultados son increíbles, sobre todo en el tema del euskera.
– La integración, ¿ralentiza los resultados académicos?
– Nos centramos en aprender a convivir y a ser. Cuando esto se consigue, lo demás es fácil.
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