Ana Pastor: «¡Váyase, señor Caldera, váyase!» – Los demás partidos reclaman un pacto de Estado y piden al PP que no haga electoralismo El Gobierno central y el de Canarias van a proponer que los 750 inmigrantes menores de edad que viven irregularmente en esas islas, sin sus familias y sin poder ser repatriados a sus países, sean acogidos por las demás comunidades autónomas.

Ésta es una de las medidas que anunció ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, en el Congreso de los Diputados, donde compareció a petición propia y del PP para informar sobre la inmigración y las medidas de atención humanitaria y de acogida.

Con esta propuesta, que será debatida en la reunión del Consejo Superior de Inmigración el próximo 18 de septiembre, se pretende que las distintas comunidades se hagan cargo legalmente de esos menores, con la colaboración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que afrontará los gastos.

El ministro destacó el esfuerzo que está haciendo el Gobierno para hacer frente a la avalancha de inmigrantes que este verano han llegado en decenas de cayucos a Canarias. Caldera negó que este fenómeno obedezca al efecto llamada que, según el PP, se ha producido a raíz de que el Gobierno socialista regularizara a decenas de miles de inmigrantes , sino al efecto huida.

Las causas de esta fuga masiva de ciudadanos desde Africa, que en muchos casos mueren en el océano antes de llegar a las costas canarias, las resumió Caldera así: «Quieren pasar de la pobreza al bienestar, de la inestabilidad a la estabilidad, del desempleo al empleo. Éstas son las razones de la inmigración, y no otras como a veces se afirma irresponsablemente».

Más regularizados

El titular de Trabajo aseguró que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha regularizado a un total de 577.923 inmigrantes en el año 2005, frente a los 479.484 que legalizó el Gobierno popular en la etapa anterior.

Ni éstos ni los demás argumentos y datos que explicó el ministro Caldera ante la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso, durante una hora, convencieron a la diputada del PP Ana Pastor. Le acusó de «no dar la cara» en el Parlamento, de no responder de manera adecuada a la llegada masiva de barcazas con inmigrantes , de «manipular» los datos…

«Usted está huido, desaparecido», dijo. «¡Váyase, señor Caldera, váyase!», le pidió la responsable de Política Social y Bienestar del PP, quien provocó sonrisas entre los diputados, porque recordaron que ésa era la frase que utilizaba José María Aznar contra Felipe González. Ana Pastor anunció que si Caldera no dimite o no es destituido, el PP presentará una reprobación.

En nombre de Coalición Canaria, el partido de la comunidad que sufre a diario el drama de la inmigración, el diputado Román Rodríguez argumentó que él no pide «solidaridad», porque el problema de la inmigración no es sólo de las Canarias, sino de toda España y de la UE.

Por este motivo, reclamó que las demás comunidades «se hagan corresponsables» del mismo y, tanto desde ellas como desde todos los ministerios, se pongan en marcha «medidas excepcionales» ante esta crisis. También añadió que en el plazo de diez días «se va a retratar todo el mundo», en alusión a la solidaridad que demuestren las comunidades para acoger a los menores.

Tanto este diputado como los portavoces de los demás partidos, excepto el PP, coincidieron en la necesidad de alcanzar un pacto de Estado sobre la inmigración. Todos los portavoces, con mayor o menor dureza, acusaron a los populares de estar utilizando este asunto con fines electoralistas y les pidieron que dejen de hacerlo.