Detener, deportar y vetar para siempre del Reino Unido. Esta es la receta que la ultraderecha británica, capitaneada por el euroescéptico Nigel Farage, aplicará a inmigrantes que crucen el Canal de la Mancha en pateras y a los extranjeros que residen en el país sin documentación oficial. El plan de Reform UK, que Farage ha lanzado este martes en un hangar portuario de Oxfordshire, incluye la expulsión de unos 150.000 irregulares al año a sus países de origen, desde Afganistán a Yemen, Irán o Sudán.

“La inmigración ilegal es un azote, una amenaza al orden público y un creciente riesgo a la seguridad nacional”, ha expuesto en la etapa final de una gira pública enfocada en crimen que la formación antiinmigración ha emprendido este verano. Reform UK tiene cuatro diputados en Westminster, pero despunta en los sondeos de opinión desde la primavera, ha anulado al tradicional Partido Conservador y algunos predicen una pugna directa entre Farage y el primer ministro Keir Starmer en las próximas generales, previstas para 2029.
Detener, deportar y vetar para siempre del Reino Unido. Esta es la receta que la ultraderecha británica, capitaneada por el euroescéptico Nigel Farage, aplicará a inmigrantes que crucen el Canal de la Mancha en pateras y a los extranjeros que residen en el país sin documentación oficial. El plan de Reform UK, que Farage ha lanzado este martes en un hangar portuario de Oxfordshire, incluye la expulsión de unos 150.000 irregulares al año a sus países de origen, desde Afganistán a Yemen, Irán o Sudán.

“La inmigración ilegal es un azote, una amenaza al orden público y un creciente riesgo a la seguridad nacional”, ha expuesto en la etapa final de una gira pública enfocada en crimen que la formación antiinmigración ha emprendido este verano. Reform UK tiene cuatro diputados en Westminster, pero despunta en los sondeos de opinión desde la primavera, ha anulado al tradicional Partido Conservador y algunos predicen una pugna directa entre Farage y el primer ministro Keir Starmer en las próximas generales, previstas para 2029.

Crimen e inmigración se han fusionado en la retórica de Reform UK, dando alas a un alarmante patriotismo racista que bullía oculto en la amplia comunidad y foros digitales. Farage ha incidido, en su encuentro con afiliados y medios de comunicación, que tres cuartos de los inmigrantes son solteros y “constituyen” un riesgo terrorista, además de un grave peligro para mujeres y niñas. “Es una invasión de jóvenes varones y la gente está harta, con razón”, ha declarado, en referencia a las protestas que se repiten frente a hoteles que albergan solicitantes de asilo, sin derecho a trabajar mientras se tramitan sus casos.

Al menos tres incidentes estallaron inicialmente en reacción a la detención de refugiados bajo sospecha o acusados de abuso sexual de sendas adolescentes en localidades de Inglaterra e Irlanda del Norte. Los disturbios se apagaron después de la reciente victoria judicial de la autoridad municipal de Epping, que ha obtenido una orden provisional de desalojo del centenar largo de refugiados residentes en un histórico y venido a menos hotel de este distrito, a unos 20 kilómetros al noreste de Londres.

Otros ayuntamientos estudian vías similares de actuación judicial, que el Gobierno de Starmer intenta frenar con un nuevo recurso legal y con la advertencia de que la promesa electoral laborista de prescindir de hoteles para alojar solicitantes de asilo debe cumplirse ordenadamente.

Reino Unido abandonaría la Convención Europea de Derechos Humanos si Reform remata su actual popularidad en las elecciones generales. Farage llevará hasta el límite una estrategia para “eliminar obstáculos” a las deportaciones y solicitará la suspensión de las convenciones internacionales en tortura y en derechos de los refugiados.

La formación pretende eliminar el buzón de argumentos que el “complejo industrial de abogados de derechos humanos” plantea en los juzgados en recursos contra la expulsión de extranjeros, según ha denunciado el número dos de la formación, el multimillonario Zia Yusuf, musulmán practicante de padres emigrados de Sri Lanka.

La mayoría de inmigrantes irregulares proceden de Afganistán, Irán, Sudán, Eritrea, Siria u otros países problemáticos, que serán incentivados financieramente para cerrar acuerdos de repatriación. Y, en línea con el modelo aplicado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se aplicarán sanciones económicas y diplomáticas a los regímenes que se nieguen a colaborar con un Ejecutivo británico con Farage en Downing Street.