La falta de espacio en Tolosa y Oñati obliga a ubicar en otros recursos a los malienses de Vitoria

El Gobierno Vasco inicia el traslado de una quincena de personas desde la capital alavesa mientras el central autoriza «entre 60 y 70 plazas» en provincias limítrofes

Diario Vasco, Elena Jiménez, 23-08-2025

La larga travesía que los refugiados de Malí y otros países del África subshariana iniciaron hace semanas hasta llegar a Vitoria y Gipuzkoa para pedir … asilo político parece mejorar poco a poco. El Gobierno Vasco empezó a trasladar ayer a centros de acogida temporales a una quincena del medio centenar de personas que desde principios de agosto han subsistido en soportales de los barrios vitorianos de Salburua y Gazalbide. Aunque en un principio se anunció que el destino de estas personas serían recursos gestionados por el propio Ejecutivo autonómico en Oñati y Tolosa, finalmente los migrantes serán atendidos en otros lugares que el Gobierno Vasco no reveló. Al parecer, la falta de espacio en los dos centros guipuzcoanos, donde ya se acoge a otras personas necesitadas, habría impedido recibir a la quincena de subsaharianos demandantes de asilo.

De forma paralela, el Gobierno central, competente en materia migratoria, ha autorizado «entre 60 y 70 plazas» en sus recursos para acoger a estos y otros malienses residentes en Euskadi que ya han realizado una primera solicitud para reclamar el estatus de refugiado debido al conflicto bélico que sufren en sus ciudades de origen.

Este desplazamiento, que Euskadi había instado a agilizar esta misma semana ante la «congestión» que sufren sus servicios residenciales provisionales, se espera que arranque la próxima semana.

Por partes. El departamento vasco de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, que dirige la jeltzale Nerea Melgosa, ha activado una respuesta urgente y transitoria en sus recursos ante la «lenta» derivación de estos solicitantes a los que existen en las provincias limítrofes, «con plazas libres» y que dependen del Ministerio del Interior, que encabeza Fernando Grande – Marlaska, y el de Migraciones, que tiene como titular a Elma Saiz.

Este cobijo pretende «desaguar» la situación de malienses que viven en la calle. Al igual que sucedió en San Sebastián hasta hace un par de semanas, donde medio centenar de malienses aguardaron durante meses en las calles del barrio de Amara a que Interior atendiese sus solicitudes de protección internacional, en Vitoria otro medio centenar ‘acampa’ en las inmediaciones de la comisaría de la Policía Nacional en Betoño, a la espera de poder tramitar sus expedientes. Según la Delegación del Gobierno, los servicios de extranjería conceden entre siete y nueve atenciones diarias.

La situación de estas personas que carecen de un techo se recrudece en semanas como ésta, en la que el frío ha estado presente en la capital alavesa, donde se han registrado en pleno verano mínimas de 11º y las máximas no han superado la mayoría de días los 20º.

Su único refugio en estas jornadas han sido las instalaciones que el Ayuntamiento habilita a diario para que se aseen, y también han contado con la ayuda del Banco de Alimentos. Sin ir más lejos, ayer les hizo llegar 100 kilos de pasta, legumbres, verduras, huevos y café caliente para un colectivo, que según sus datos, «puede estar conformado por hasta 300 personas». «Es una situación de emergencia que se sale de cualquier protocolo», expresó José Andrés Gabilondo, vicepresidente de esta asociación conformada por voluntarios.

El problema es que, según indica el Gobierno Vasco, «hay un goteo constante» de llegada de personas malienses a la capital alavesa «desde el 4 de agosto», debido a un «efecto llamada», ya que comenzó a circular entre ellos la creencia de que en Vitoria se conseguían los permisos de asilo con «mayor celeridad». Una información falsa contra la que se dan de bruces cuando llegan a Euskadi.

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