El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado órdenes a su equipo para iniciar de manera “inmediata” negociaciones, con el fin de “liberar” a todos los rehenes que siguen retenidos en la Franja de Gaza, y poner fin a la guerra en condiciones “aceptables”. Al mismo tiempo, ha recalcado que seguirá adelante con sus planes para tomar la capital gazatí.

Dirigiéndose a los soldados que sirven en Gaza, Netanyahu ha dicho que se reunirá con los comandantes para aprobar los planes para capturar la Ciudad de Gaza y derrotar a Hamás.

“Al mismo tiempo, he dado instrucciones para que se inicien de inmediato negociaciones para la liberación de todos nuestros rehenes y el fin de la guerra en condiciones aceptables para Israel”, ha dicho, añadiendo que “estamos en la fase de toma de decisiones”.

En la víspera, el ejército ha llamado a filas a 60.000 reservistas, en una señal de que el gobierno sigue adelante con el plan pese a la condena internacional.

Es probable que la llamada a filas de decenas de miles de reservistas lleve semanas, lo que dará tiempo a los mediadores para intentar salvar las distancias en torno a una nueva propuesta de alto el fuego temporal, que Hamás ha aceptado, pero a la que el gobierno israelí aún no ha respondido oficialmente.

La propuesta exige un alto el fuego de 60 días y la liberación de 10 rehenes vivos retenidos en Gaza por militantes de Hamás, además de 18 cadáveres. A su vez, Israel liberaría a unos 200 prisioneros palestinos en su poder desde hace mucho tiempo.

El gobierno israelí ha declarado que los 50 rehenes restantes retenidos por militantes en Gaza deben ser liberados de inmediato. Las autoridades israelíes creen que unos 20 de ellos siguen con vida.

Netanyahu ordenó el miércoles “acortar” el plazo de preparación previo a la invasión de la ciudad de Gaza, donde se refugia alrededor de un millón de palestinos. Sin embargo, no especificó ninguna fecha.

Al mismo tiempo, al menos 62.192 gazatíes han muerto la vida por ataques israelíes desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre de 2023, según autoridades sanitarias del enclave, controladas por el Gobierno del grupo islamista Hamás.