Trabajar como empleadas del hogar para limpiar, cuidar de niños o de ancianos es el futuro que espera en España a seis de cada diez mujeres inmigrantes que recalan en el país. Así lo pone de manifiesto un informe en el que también se recogen las malas condiciones laborales a las que, en algunos casos, tienen que hacer frente. Abusos laborales, salariales e incluso físicos son la cruz de la moneda que estas mujeres, fundamentalmente procedentes de países de Latinoamérica, ganan para poder enviar dinero a sus familias. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales debería tomar en consideración la realidad de estas féminas y ayudarlas en el desarrollo de sus empleos puertas adentro de los domicilios españoles.