Libros por el suelo, juguetes tirados, cristales rotos, retretes atascados y suciedad generalizada. Ese es el estado que presentaba ayer el colegio en desuso Cándido Ruiz de Garibay, ubicado en la calle Puerto de Barázar, en el barrio de Zaramaga. El edificio, que fue inaugurado en 1972 y cerrado por falta de alumnos el curso 2002 – 2003, ha sido ocupado por un grupo de inmigrantes, «magrebíes», según los vecinos de la zona. El grupo municipal del PSE denunció ayer el «lamentable» estado del inmueble, que presenta «un serio problema de insalubridad», según la concejala Marian Gutiérrez. La edil socialista pedirá explicaciones al Ayuntamiento de Vitoria y al Gobierno vasco.

A primera hora de la tarde de ayer el centro se encontraba con las puertas abiertas. En una de sus aulas había cuatro colchones con sábanas y mantas rodeadas de varios recipientes con cerveza y zumo. En la planta superior se observaban los restos de dos hogueras realizadas en sendas aulas cuyas paredes y radiadores se hallan calcinados. Todavía olía a humo. «Aquí podía haber ocurrido una desgracia. Es intolerable que nadie haya reaccionado. Hay que rehabilitar el colegio y dar recursos sociales a sus actuales ocupantes», pidió Gutiérrez.

Varios jóvenes que frecuentan la zona explicaron a este periódico que el colegio sirve de refugio «a un grupo de magrebíes» que pernocta en el edificio. «El martes por la noche había tres que entraron por el tejado, que está roto. Unos días antes salía humo por las ventanas, creo que hasta hicieron fuego», relató uno de ellos. El grupo se atrevió a entrar el lunes al edificio, «pero escuchamos pasos y salimos corriendo».

Emilia Fernández, también vecina de Zaramaga, exigió «que se cierre de inmediato el centro. Javier Vergara, por su parte, seguró que «últimamente paso con desconfianza por el patio», convertido desde febrero en un párking temporal.

«Les dimos las llaves»

El colegio fue cedido por el Gobierno vasco al Ayuntamiento en 2004. El Gabinete Alonso barajó trasladar allí la Academia de Folklore y Musiketxea, pero jamás lo hizo. La primavera pasada el Ejecutivo autonómico comunicó al Consistorio que iba a retomar la gestión del inmueble desde el 15 de julio para habilitar una guardería. Pretende abrirla en 2007 para atender a los niños de Zabalgana, como adelantó este periódico.

Tras la denuncia del PSE, el teniente de alcalde Miguel Ángel Echevarría recordó que el Ayuntamiento «entregó las llaves al Gobierno vasco, así que ellos son los responsables». La Policía Local acudió ayer al edificio y avisó a los Bomberos para que lo precinten. «No es la primera vez que venimos. El sábado ya alertamos de que esto estaba abierto», afirmó un agente.

i.cueto@diario – elcorreo.com