La odisea de los tres polizones llegados a Santurtzi en el buque ‘Agiasma’ parece no tener fin. Ahora tienen problemas para encontrar alojamiento ya que carecen de documentación. Tras pasar la primera noche en un albergue juvenil de Orduña, Cruz Roja tenía que buscarles ayer un nuevo destino al no poder identificarlos debidamente.

A pesar de tener un permiso especial para permanecer en suelo español mientras un juez decide si admite su petición de asilo, la Subdelegación del Gobierno no les ha facilitado ‘papeles’. Esta situación dificulta las labores de la ONG encargada de su manutención. Problemas que confirmó Javier Galparsoro, presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Euskadi, CEAR. «Los han dejado en el limbo jurídico, es una resolución atípica», aseguró, antes de anunciar que presentarán una «batería de recursos» contra la decisión de la Subdelegación. Los protocolos que deben seguir estas instituciones para dar alojamiento requieren que los inmigrantes presenten algún documento, sin ellos pueden surgir pegas como las que sufrieron los polizones.

17 horas en Orduña

Este periódico ha podido saber que la Cruz Roja reservó el martes tres camas para cinco días en el albergue juvenil de Orduña, creyendo que se trataba de un centro de acogida. La confusión provocó que no se aclararan las especiales condiciones de los nuevos ‘huéspedes’ que fueron descubiertas a su llegada al lugar, cerca de las seis de la tarde. En un primer momento, los responsables del centro se negaron a acoger a los tres polizones al no presentar la documentación necesaria para tramitar una reserva.

Tras una breve negociación, y a pesar de que los avales presentados por Cruz Roja no eran suficientes, la directora del albergue accedió a acogerlos durante una noche. Este hecho provocó las quejas de varios turistas que pernoctaban allí. En la mañana de ayer, apenas 17 horas después de llegar, los polizones abandonaban Orduña. Ni CEAR ni Cruz Roja quisieron revelar horas más tarde el nuevo destino de los tres hombres.

Mientras, unos y otros, siguen a la espera de la resolución sobre la petición de asilo que tome el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 2 de Madrid. En caso de ser negativa, los polizones podrían quedar en situación ilegal y tramitarles un expediente de expulsión.