Una mujer muere brutalmente apuñalada por su pareja en Almería

El Mundo, 07-09-2006

Una mujer marroquí de 35 años, Khadija Nejjar, apareció asesinada ayer en su domicilio de Roquetas de Mar, un piso de planta baja situado en el número 6 de la calle Vicente Alexandre. El cuerpo sin vida de la mujer, que fue abierta en canal con un cuchillo y degollada presuntamente por su marido, un marroquí de 41 años que responde al nombre de Noureddine Sourroukh, fue hallado en la bañera del aseo por agentes de la Policía Local de Roquetas. Sourroukh, que ya fue detenido en 2005 por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, se encuentra en paradero desconocido y está siendo buscado por la Guardia Civil.


Empadronados en el municipio de Roquetas, la pareja, que tenía dos hijas pequeñas, una de ellas nacida hace cinco años en la citada localidad almeriense, residía desde hace unos meses en la barriada de las 200 Viviendas. Los vecinos, como Isanet Diombati, que acudía cada día con Khadija en el mismo coche hasta Camponoria, un almacén de El Ejido en el que ambas trabajaban empaquetando verduras, la recuerdan como «una mujer muy maja». «Era guapa, y siempre iba con velo y túnica azul celeste», rememoran.


El pasado lunes de madrugada, Khadija ya había sido asesinada. Fue su propio marido, Noureddine Sourroukh, quien confesó el crimen a su nuera. Hacia las 2.00 horas llamó desde su teléfono móvil a la madre de su esposa muerta, que reside en Tánger, y le dijo: «He matado a tu hija». Después colgó. La madre de la joven asesinada, a cuyo cuidado están las dos hijas pequeñas de Khadija desde hace tres meses, llamó a una amiga de su hija, que vive en la misma barriada de Roquetas, para que tratara de comprobar si lo que le había dicho su yerno era cierto.


Sin embargo, no pudo contactar con ella hasta el martes por la noche, hacia las 22.00 horas. Tras relatar a la amiga de su hija la sombría conversación que había mantenido con su yerno, ésta avisó a la Policía Local, que de inmediato acudió al lugar. Cuando un agente logró acceder a la vivienda por el balcón para abrir a sus compañeros la puerta principal, se encontró con un panorama aterrador: en el suelo del salón había abundante sangre y en la bañera del aseo reposaba el cuerpo sin vida de la joven marroquí, con el torso abierto en canal y el cuello rajado. Fuentes próximas a la investigación han adelantado a EL MUNDO que Khadija fue asesinada en el salón y posteriormente arrastrada hasta la bañera. La joven, que hace una semana renovó su permiso de residencia en el consistorio de Roquetas, tenía los intestinos fuera.


La Policía Local alertó del asesinato a la Policía Judicial de la Guardia Civil, que es la que instruye actualmente el caso.

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