Mujer, migrante y con hijos a cargo: “De Colombia aterricé en un puticlub”
Casi 1.800 personas dedicadas a la prostitución fueron liberadas en el 2024
La Vanguardia, , 30-07-2025Mujer, migrante, con hijos a cargo. Vulnerable, no; lo siguiente. De familia paupérrima, donde la violencia suele estar siempre presente por parte de algún varón y con mujeres, víctimas silenciadas. Vienen a España sin documentos y con el sueño de buscar una vida mejor y lo que se encuentran es una red de trata, casi siempre con fines sexuales –también para explotación laboral, aunque menos–, que la esclaviza sin pausa hasta la extenuación.
Ése es el perfil de las personas en situación de trata con fines de explotación sexual, laboral y mixta, atendidas por Cruz Roja. En concreto, el 96%. De ellas, el 70% se encuentran sin permiso de estancia y trabajo en el país y algo menos del 20% son solicitantes de protección internacional.
La oenegé Fiet, que, como la Cruz Roja, trabaja con estas víctimas, coincide en el perfil. Las mujeres más afectadas por la trata y la explotación sexual tienen de media 35 años y proceden mayoritariamente de Colombia, Venezuela, Paraguay, Nigeria y Camerún. El 95% sostiene económicamente a familiares desde España.
Según esta entidad, nacida en 2009 para luchar contra la trata de personas con fines de explotación sexual, España continúa siendo uno de los principales países de tránsito y destino para la trata de mujeres con fines de explotación sexual en Europa. En 2024, los distintos cuerpos de Seguridad del Estado liberaron a 1.794 personas de redes de trata o explotación – mayoritariamente mujeres en contexto de prostitución – , lo que supone un incremento del 22% respecto al año anterior, según datos del Ministerio del Interior.
De Colombia vino Cristina (nombre ficticio, su testimonio lo facilita Cruz Roja), una mujer colombiana de 26 años y madre de una niña de 7. Apenas terminó la educación obligatoria porque tuvo que trabajar para ayudar a su familia y criar a sus tres hermanos menores, con un padre alcohólico y una madre maltratada “que trabajaba de sol a sol”, explica la mujer.
Con 17 años, “me casé con un hombre muy joven con problemas de drogadicción que empezó a ejercer violencia tras el nacimiento de nuestra hija”. Por una amiga de la familia, “acepté una oferta de trabajo en España como empleada de hogar y un piso compartido para mi madre y mi hija”. Podría ir a verlas, una vez a la semana. Era la salida a las penurias.
Las tres viajaron a Madrid con los gastos pagados por la mujer que le ofreció el trabajo, con el acuerdo de devolverle el dinero a plazos. Y a partir de ahí, llega la realidad.
“Al llegar a Málaga, un hombre nos esperaba para llevarnos al piso. Durante el trayecto, nos pidió los pasaportes y me dijo que me llevaría a la casa donde trabajaría. Sin embargo, me llevó a un bar de carretera, donde me retuvo y me explotó sexualmente para pagar la deuda, sin posibilidad de salir y siendo amenazada constantemente con la posibilidad de hacerle daño a mi familia”. Sólo le permitían una llamada semanal a su madre, bajo vigilancia, donde le obligaban a decir que estaba bien y trabajando de interna.
Tras meses de esclavitud consiguió escapar y reunirse con su madre e hija. Y las tres, acercarse a Cruz Roja, que fueron acogidas en un recurso, donde están recuperándose de la experiencia y retomando sus vidas, relatan desde Cruz Roja.
El negocio de la trata está cambiando. Esta entidad señala que, en los últimos años, la captación de personas a través de las redes sociales se ha convertido en una realidad creciente. “Éstas suponen una herramienta muy poderosa para los tratantes, que se aprovechan de la accesibilidad y el anonimato para atraer a sus víctimas”, explican.
Pero la trata no se centra exclusivamente en la explotación sexual. También preocupan los casos de explotación laboral. Éste es un tipo de trata que está infradetectada y que afecta especialmente a sectores como la agricultura y el servicio doméstico, donde las víctimas están más aisladas y sufren de mayor invisibilización y comportamientos discriminatorios, explica esta entidad.
Cruz Roja también alerta sobre la infancia migrante, “altamente vulnerable a la trata, especialmente en los casos de pequeños que llegan a Europa no acompañados”. Se estima que un millón de niñas y niños se encuentran en situación de trata con fines de explotación sexual en el mundo, de los que dos de cada tres menores son niñas. En España, los datos del Ministerio del Interior muestran que en 2023 se identificaron 20 casos de menores de edad, “un alto número de niñas y niños no identificados”, señala la oenegé.
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