El debate sobre la inmigración
La Vanguardia, 07-09-2006HE oído durante las últimas horas voces muy preocupantes que piden que el debate sobre la inmigración quede fuera de la campaña electoral catalana con afirmaciones ciertamente inmorales. También engañosas. Claro, es mucho más fácil hablar de temas que no preocupen a la gente. ¿Que las encuestas recogen el fenómeno de la inmigración como el principal problema para los ciudadanos? Se pasa página, se mira hacia otro lado y ya desaparecerá de las primeras páginas de los diarios y volveremos al debate tedioso y críptico que tanto interesa en periodos preelectorales. Eso mismo se ha hecho en otros países con resultados desastrosos y, al final, se ha abierto una fisura entre ciudadanos y políticos de la que se ha acabado aprovechando la extrema derecha. Eso no debe valer en Catalunya, donde un discurso políticamente correcto parece estar en retirada y aquellos que protagonizaron irresponsablemente campañas de papeles para todos parecen no haber estado nunca en la iglesia del Pi. Es cierto que los problemas no gustan a nuestros políticos, pero la ciudadanía espera propuestas y respuestas. No descalificaciones gratuitas y demagógicas como algunas que he leído estas últimas fechas por parte del conseller Saura. ¿Cómo queremos integrar a los nuevos catalanes? ¿Hay derechos y deberes? ¿Se tiene que modificar la política migratoria? Son preguntas quizás incómodas, pero mucho peor es no tener respuestas.
(Puede haber caducado)