Donald Trump llegó este viernes a Escocia para una visita de cuatro días y de inmediato hizo una prescripción política. Europa va hacia el desastre. “Estáis arruinando vuestros países”, afirmó. Se fundamentó en dos cosas: la inmigración y los molinos de viento.

Nada más aterrizar y antes de desplazarse a Turnberry, donde tiene sus negocios y abre un club de golf el próximo 13 de agosto, el presidente de Estados Unidos no pudo resistirse a aplicar el mismo lenguaje que emplea en su país. “Tenéis que parar esta horrible invasión que está sucediendo en Europa”, alertó sobre la llegada de inmigrantes.

Puso como ejemplo que el mes pasado “nadie entró” en EE.UU., se entiende que indocumentados a través de la frontera sur. “Cerramos y eliminamos a mucha gente mala que llegó con Biden”, en alusión a su antecesor en la Casa Blanca.

“Estáis permitiendo que esto ocurra en vuestros países”, insistió. Trump sostuvo que hay naciones y algunos líderes que si están luchando contra esas llegadas de indocumentados, aunque dijo preferir no citar a nadie “para no avergonzar a los demás”.

Y dio una recomendación: “Será mejor que actuéis unidos o ya no tendréis Europa”.

No fue la única amenaza que recae sobre el Viejo Continente según el criterio del líder republicano instalado en la Casa Blanca, que incidió en otra de sus manías más frecuentes. “Poned fin a los molinos de viento”, aconsejó.

“Estáis arruinando vuestros países. En serio, es muy triste”, sostuvo. “Vuelas sobre Europa y ves esos molinos de viento destruyendo vuestros hermosos campos y valles, matando vuestros pájaros. Y están clavados en el océano, arruinando el océano. Parad esto”, insistió.

Este viaje supone unas vacaciones camufladas o un asueto veraniego de trabajo. En realidad es un desplazamiento dedicado a sus negocios familiares, con un nuevo club de golf, lo que hizo que muchos residentes no lo recibieran precisamente con alegría, aunque tampoco faltaron los admiradores.

Pero también habrá agenda política. Este domingo se reunirá con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para hablar sobre la negociación de los aranceles. Y el lunes está citado con el primer ministro británico Keir Starmer, si bien ya tienen previsto cenar con él la jornada previa.