La tendencia Le Pen
Las Provincias, 07-09-2006Aún no ha hecho un año cuando Le Pen, el líder nacionalista francés, a raíz de los disturbios que asolaron Francia, llenándola de coches quemados y noches violentas, destacó el concepto de preferencia nacional entre extranjeros y nacionales.
Allí también se habló del Ius Solis (derecho del suelo) frente al Ius Sanguinus (derecho de la filiación) en un intento de proponer un cambio de la Ley de Nacionalidad que permite hoy a los emigrantes gozar de los bienes que, en ese caso, habían sido logrados por los franceses.
¿Y aquí? ¿Aquí que se proponen?
Aquí empieza a desarrollarse un ambiente social de guetos, por un lado, y de políticas de inmigración por otro. Un Le Pen está a punto de nacer. Al tiempo. En la coincidencia de esos dos vértices está el peligro y la explosión.
Los banlieues, barrios creados para alojar a los extranjeros de los ´60 en Francia, son bombas de relojería, donde los nuevos nacimientos de franceses se producen en, con y desde la etnia correspondiente y ahora preocupa en Francia, USA, Inglaterra y Alemania la oleada de europeos , nacidos de padres inmigrantes. Al loro.
Con un ADN cultural mixto que, en algunos casos, asume las reivindicaciones de sus padres, haciéndolas origen de disturbios. Son nuev@s ciudadanos y ya no podremos hablar de xenofobia.
El solidario se va a quedar sin argumento. La emigración es un valor añadido de entendimiento con el que se queda y ahí están los españoles con sus tasas de más de 2 millones en los tiempos del franquismo, sólido como una olla de acero, pero con poco chichi dentro.
Había que ir a buscarlo afuera y luego volver. Ida y vuelta.
Aquí oímos la alegría de las entidades bancarias con sus remesas y sus beneficios ¿inmorales? y a los servicios estatales de noticias dándose con un canto en los dientes por la aportación de mano de obra . Y la nave va.
Un fondo de teatro ruidoso para el ministro Caldera – por fin aparecido – melifluamente hablando de ONGS y quizás a los cocineros de lo electoral, planteándose lo bien que vendrían tres millones de votos. Es la nueva mina.
El ritmo trepidante de la orquesta mixta de aviones, cayucos, barcos y autobuses en procesión al altar de la solidaridad que somos nosotros, capitaneados por el mágico serafín de la Alianza civilizatoria. El talante que asfixia.
Algunos guettos en la Ruzafa actual que no es precisamente la Arruzafa del primitivo Al Andalus. Se impone una dispersión estratégica de las zonas llamadas a ser bombas sociales. y evitar frases como las que Le Pen clamaba: Ser francés se hereda o se merece. ¿Habrá leído Maragall a este Le Pen? ¿Te has enterado candidato nacido en Córdoba y aspirante a la Generalitat catalana? Muy amables. Es septiembre.
(Puede haber caducado)