Redadas, deportaciones y espionaje: los riesgos del activismo propalestino en Alemania
El informe Represión de la solidaridad con Palestina en Alemania revela cómo las críticas a Israel por el genocidio y la colonización están en el punto de mira de las autoridades germanas.
Público, , 23-07-2025Las calles de Neukölln, en Berlín, son el epicentro de la comunidad árabe en la ciudad alemana. El pasado 11 de febrero, varios gendarmes de la policía alemana irrumpieron en una cafetería del famoso barrio y detuvieron a decenas de personas, incluidos refugiados palestinos. Seis de ellos fueron enviados a Grecia pese a que no fueron acusados de cometer ningún acto violento.
La razón del traslado resultó inaudita para muchos defensores de los derechos humanos en Alemania. Los jóvenes palestinos habían participado en varias protestas contra la incesante y mortífera intervención de Israel en Palestina, que varios organismos internacionales ya han definido como genocidio. Por la presunta comisión de este delito, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arrestro internacionales contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su anterior ministro de defensa, Yoav Gallant.
En cambio, fueron los seis refugiados quienes terminaron en el calabozo y posteriormente trasladados a Atenas. Ello, pese a que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos afirmara en enero que Grecia había llegado a cabo deportaciones ilegales a terceros países.
Este y otros casos han sido recolectados e investigados en el informe Represión a la solidaridad con Palestina en Alemania, publicado recientemente por varias organizaciones propalestinas con el apoyo en España de Defender a quién defiende. A lo largo de 70 páginas, los investigadores identifican “cinco ámbitos interrelacionados a través de los cuales se ejerce esta represión”. Estos son, la represión legal, el establecimiento de un estado de violencia y securitización, la deslegitimación narrativa, la censura en el sector social y cultural y la exclusión en el sistema educativo.
“Es difícil separar uno ámbito de otro, porque operan a la vez”, explica a Público Salah Said, activista alemán de origen palestino y coautor de la investigación. El informe recoge como, desde los ataques de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, la coerción del estado alemán en estas cinco áreas se ha redoblado. Sin embargo, la represión de los movimientos propalestinos en Alemania es previa a esta fecha e, incluso, a la existencia de Hamás, fundada en 1987.
Alemania es un Estado perseguido por los fantasmas de su pasado genocida y antisemita. Para redimirse, ha adoptado una política de defensa a ultranza de Israel. Más aún, después experimentar en su propio territorio uno de los muchos capítulos del sangriento conflicto palestino-israelí, cuando en 1972 el grupo armado Septiembre Negro, asesinó a 11 atletas de la delegación israelí en las Olimpiadas que se celebraban en Múnich.
Desde entonces, un continuum de resoluciones ha puesto en el punto de mira a los movimientos propalestinos. En ellas se justifica el registro de los domicilios y espionaje de activistas, la restricción del derecho a la protesta y el endurecimiento de las políticas migratorias para los extranjeros que simpatizan con la causa palestina.
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