«Ayudas como estas hacen que nuestra situación sea algo mejor»

Los malienses que viven en las calles de Amara hacen uso por primera vez del punto de encuentro habilitado por Cáritas, con acceso a comida y ropa limpia

Diario Vasco, Naroa Izagirre, 23-07-2025

Con la apertura de sus puertas a las 10.30 de la mañana, una treintena de malienses aguardaba este miércoles entrar a la parroquia de … Nuestra Señora del Rosario de Amara, un refugio de acogida «temporal» habilitado para paliar las dificultades a las que se han enfrentado durante los tres meses que llevan viviendo en las calles del barrio donostiarra. Dentro reina la tranquilidad. Disponen de dos horas y media para cargar el móvil, disfrutar de comida caliente y asearse. Necesidades básicas de las que hasta ahora carecían. Djime Diarra llegó a Gipuzkoa hace cuatro semanas. Mamourou Keita, hace dos. Este espacio concedido por Cáritas supone una pequeña luz al final del túnel que, de momento, no tiene fin. Pero, al menos, supone un respiro para los solicitantes de asilo.

El camino hasta la capital guipuzcoana no ha sido fácil para ninguno de ellos. A Djime, de 28 años, todavía le cuesta hablar de ello. «En febrero viajé de Canarias a Francia, y de allí llegué a San Sebastián. Fue un viaje muy duro, de patera en patera», explica conmovido. Pisar tierra firme casi siempre supone encontrar estabilidad, pero «la calle es dura». Y es ahora cuando Djime siente que «salimos adelante. Asociaciones como Cáritas nos han ayudado mucho. Autorizar este tipo de espacios para ayudarnos y darnos un lugar de acogida hace que nuestra situación sea algo mejor», celebra, mientras charla con el resto de malienses en su misma situación.

A su lado, Mamourou asiente. Lleva en Donostia dos semanas y le es «inevitable» pensar en su país natal, que «desde hace más de 12 años está en guerra. Es por ello que he venido en barco a España, para huir de aquella situación», concreta, pues siente que la gente, en ocasiones, se olvida de «las dificultades que atraviesa nuestro país, Mali».

Al menos durante esas dos horas y media diarias –de 10.30 a 13.00–, estos inmigrantes en busca de asilo tienen, a partir de ahora, «un espacio de encuentro» donde no solo se les facilita ayuda en forma de comida, ropa limpia o un baño donde hacer sus necesidades, sino que también supone un lugar seguro, de intercambio y entendimiento hasta que puedan salir de las calles del barrio donostiarra de Amara. «Los voluntarios están dispuestos a escucharnos y acompañarnos, algo que necesitamos todos en momentos duros como este», coincide el grupo.

La apertura de la parroquia Nuestra Señora del Rosario fue bien acogida tanto por los malienses, agradecidos de poder contar con un refugio, como por Cáritas, que explica que el objetivo de este nuevo punto de encuentro es «cubrir esa demora que las instituciones de asilo y cuidado internacional están teniendo a la hora de facilitar los recursos adecuados a estas personas migrantes, que sufren exclusión, desprotección e invisibilidad», apunta José Emilio Lafuente, secretario general de la organización. Los refugiados malienses no han pasado por alto la ayuda recibida. «Me he sentido contento, acogido… Me han dado ropa para vestir, sobre todo para cuando haga frío», agradecía uno de ellos, contento.

Como él, esta treintena de personas insiste en mostrar su gratitud a los vecinos de Amara, barrio que sigue siendo su hogar temporal. «Nos gustaría mandar un mensaje de agradecimiento a la población vasca y a todos los vecinos. Damos las gracias por el apoyo que nos habéis dado, que se ha sentido desde que vinimos. Desde que llegamos aquí nos han dado ropa, comida…», enumeran.

Son pequeños gestos como estos los que les hacen sentir «más tranquilos» en situaciones de precariedad como las que afrontan. Algunos de ellos no cuentan ni con el apoyo de su familia. No por la distancia, sino porque «tenemos móviles, pero no tenemos la opción de hacer llamadas. Es muy duro, pero una vez más, nos sentimos muy agradecidos por la ayuda guipuzcoana».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)