Madrid – Como si se tratara de las habituales recomendaciones previas de
cualquier agencia de viaje antes de partir hacia un destino exótico, la
página web de un opositor de Senegal asesora a sus lectores sobre algunas
de las maneras con las que los futuros «turistas – ilegales» en España
podrán «colarse» en Europa. De este modo, los habituales incovenientes con
mosquitos y vacunas antes del viaje dejan paso, en este caso, a avisos
como evitar frecuentar ciertos bares si optas por solicitar el asilo
homosexual o tener que soportar las bromas de los «amigotes» sobre tu
mujer si decides casarte con una española.
   El «D – Day»
   Y es que estos son sólo dos de los «packs» que el artículo analiza en lo
que el mismo autor define «Venir a Europa: modo de empleo», como si de las
instrucciones de un gel de ducha se tratara. Los caminos para llegar al
«maná» de Europa van desde el clásico matrimonio de conveniencia hasta el
«D – Day» o desembarco en Canarias. Para la práctica de esta última, se
adjunta incluso un mapa del archipiélago con los principales puertos de
llegada a la «llave de España y Europa», según define el texto.
   Precisamente, la vía de los cayucos es la solución que se sugiere para
poder limpiar el país africano: «Doblando o, incluso triplicando, el
número de embarcaciones a razón de 80 al día, se vaciaría Senegal en menos
de cinco años. La Policía y las fuerzas armadas tampoco serían un
problema, pues acabarían acogiéndose a los desembarcos. Esto dejaría sólo
al presidente y sus ministros en un plazo en torno al 2010», aventura
amenazante la web.
   «Otra regularización masiva».
   En este sentido, el opositor disecciona la situación que se plantea en
Italia – «una vía en auge con la llegada de Prodi y con puertos atractivos
como Sicilia o Calabria» – , Francia – «no destruida del todo, pues si
talamos los árboles como hicimos en Senegal habría hueco para otros 60
millones de habitantes más – y España: «Donde son raros los controles y Al
Qaeda, con el 11 – M, abrió una nueva vía al dar el poder a Zapatero – que
viene de zapato, justo lo que le metería en su lengua – . Su
regularización masiva es lo máximo, antes de que en las siguientes
elecciones vuelva el franquismo habrá que aumentar la frecuencia de los
desembarcos en pos de una nueva regularización».
   Otra de
estas «ofertas» para el inmigrante es el asilo por homosexualidad. El
opositor sugiere al lector hacerse pasar por homosexual en Francia, país
donde no es una acción perseguida como en su Senegal natal. El
procedimiento consiste en crear un asociación de homosexuales en Francia,
país que acoge a cientos de homosexuales en su territorio y pedir asilo
político como refugiado.
   En la misma línea que esta opción, se
sitúa el casarse con una persona natural del país de acogida. El opositor
recomienda el «plan senegalaisement.com»: rebuscar a fondo por chats,
anuncios, foros… hasta engatusar con facilidad a «esas mujeres europeas
que aún hoy sólo se preocupan de vivir la vida antes de la menopausia».
   Otra opción puede ser «parir en Francia, pues aunque sólo sea por
casualidad o sin pasar del aeropuerto, si tu hijo nace en Francia. Él y su
madre serán galos».