Condenan a tres años de cárcel al policía que participó en la muerte de la afroamericana Breonna Taylor, que desató una ola de protestas antirracistas en EEUU
Su muerte el 13 de marzo de 2020 se produjo meses antes del asesinato del afroamericano George Floyd, en mayo de ese mismo año, que desencadenó la mayor ola de protestas y disturbios raciales en EEUU desde la década de 1960
El Mundo, , 22-07-2025Cinco años después de la muerte de Breonna Taylor, una mujer afroamericana que fue tiroteada por la Policía en su casa en 2020, un juez federal en Kentucky (EEUU) ha condenado este lunes a tres años de cárcel a un ex agente que estuvo involucrado en el fallecimiento, informa Efe. La muerte de Taylor provocó una oleada de protestas en todo el país el ex agente Brett Hankinson ha sido el único policía acusado y condenado por este suceso.
La jueza distrital Rebecca Grady desestimó la recomendación emitida la semana pasada por el Departamento de Justicia, que pedía solo un día de cárcel para Hankinson y aseguraba que había sufrido “estrés psicológico” por los años de batalla judicial.
El ex agente, que cumplirá una sentencia de 33 meses en prisión y un año de libertad condicional, disparó tiros hacia el apartamento de Taylor durante el allanamiento que provocó la muerte de la joven de 26 años.
Los otros dos ex policías que estuvieron involucrados no han sido condenados por la Justicia. Uno de ellos, Kelly Goodlett, se declaró culpable de haber conspirado para obtener una orden de allanamiento fraudulenta y su juicio se postergó hasta febrero del próximo año.
En noviembre de 2024 Hankinson fue condenado por un jurado en Kentucky por haber violado los derechos civiles de Taylor.
El Departamento de Justicia -entonces bajo el Gobierno de Joe Biden (2017-2021), concluyó que los agentes del Louisville, la ciudad donde murió Breonna, “utilizan una fuerza excesiva, incluidas sujeciones de cuello injustificadas y el uso sin razón de perros policiales y armas táser”, según el texto de la investigación.
Además, acusó a las fuerzas de seguridad de ejecutar órdenes de registro sin llamar a la puerta, y de discriminar contra los ciudadanos afroamericanos o la gente con discapacidad.
Taylor murió en 2020 en su casa durante una redada policial antidroga. Los agentes tenían una orden de registro “sin llamada”, que les permitía entrar en el apartamento sin identificarse. Este tipo de órdenes se prohibieron en la ciudad después del incidente.
Una vez la redada se puso en marcha, los agentes irrumpieron en la vivienda, donde la mujer estaba con su novio, que poseía legalmente un arma y abrió fuego al pensar que eran ladrones. Los policías respondieron disparando ciegamente y matando a Taylor.
Su muerte el 13 de marzo de 2020 se produjo meses antes del asesinato del afroamericano George Floyd, en mayo de ese mismo año, que desencadenó la mayor ola de protestas y disturbios raciales en EE.UU. desde la década de 1960.
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