Criticado por su actuación
Jero, el 'poli' mediador de Torre Pacheco al que la izquierda tilda de fascista y los ultras llaman "traidor"
En Podemos, Echenique dijo de él que negoció con un "neonazi" que pretendía "asesinar" a árabes, y Belarra, que estaba "compadreando" con la ultraderecha. En redes sociales de xenófobos le acusaron de "amenazar a los patriotas con porra". Sin embargo, sus compañeros destacan su labor de mediación. Trabaja en el equipo de servicios sociales, en contacto con los inmigrantes
El Mundo, , 22-07-2025El pasado miércoles 16 de julio, día que este periódico publicó en su portada la foto de un policía local de Torre Pacheco saludando a cuatro hombres altos y musculados —tres de ellos, con las cabezas rapadas—, Pablo Echenique, exportavoz parlamentario de Unidas Podemos, dijo en su perfil de la red social X: «EL MUNDO lleva a su portada, con total naturalidad, una foto de un policía negociando con un neonazi que se desplazó hasta Torre Pacheco con la intención de apalizar —y quién sabe si asesinar— a vecinos de origen árabe».
Un día antes, Ione Belarra, que ya había visto imágenes de ese policía tratando de contener a los radicales durante las noches de protestas ultras contra la comunidad magrebí en el municipio, se desplazó hasta Torre Pacheco. La secretaria general y diputada de Podemos dijo que los agentes desplegados en el pueblo estaban «compadreando con los neonazis en vez de proteger a los vecinos y las vecinas que tienen derecho a vivir con tranquilidad». El Sindicato Unificado de Policía (SUP) anunció horas después que presentaba una querella contra Belarra.
Dicho policía local de Torre Pacheco también sufrió las críticas de la extrema derecha. En redes sociales circularon distintas imágenes de él hablando de buenos modos con jóvenes armados con palos y armas blancas del barrio de San Antonio, donde se concentra la mayor parte de la población marroquí que reside en la localidad murciana.
Una publicación difundió fotos personales del agente. «Que se conozca su cara. Jerónimo Cámara. El policía drogadicto, traidor, que se enfrenta y amenaza a los patriotas con porra. Es aliado de los marroquíes (…) Usado para lidiar con los mismos en diversas reyertas locales debido a su vinculación y vinculación con estos», decían sobre él en un post en una red social.
Otro usuario señalaba acerca del uniformado, al que también llamaba traidor. «Evade multar a los marroquíes del pueblo que pilla a cambio de quedarse con la farlopa».
Pero, ¿quién es ese agente que no contenta con su forma de trabajar a los extremistas de uno y otro lado por su labor de mediación y contención? Se trata de Jerónimo Cámara, policía local de Torre Pacheco desde 2006, según ha podido saber Crónica. Es natural de este municipio murciano que ha vivido días de nervios y violencia a raíz de la paliza propinada por un marroquí de 19 años que no residía en el municipio a un jubilado de 68.
Jerónimo Cámara tiene 50 años. Antes de ingresar en la policía local de Torre Pacheco fue militar. Varios compañeros con los que contacta este suplemento explican que tiene dos hijos mayores de edad y que está separado. Tras acceder al cuerpo, su primer destino fue el grupo de seguridad ciudadana. Desde hace unos años trabaja en el de servicios sociales, de ahí que sea una persona muy vinculada con la comunidad extranjera que reside en el municipio, casi un 30% de una población total que ronda los 40.0000 habitantes.
«GUÍA» DE LA GUARDIA CIVIL EN LOS MOMENTOS «CRÍTICOS»
«Los vecinos acuden a él cuando tienen un problema serio. Saben que es un hombre dialogante, con mucho temperamento, sí, pero con dotes de mediación. La gente confía en él», dice un compañero del cuerpo que pide mantenerse en el anonimato.
«Tiene un trato excelente. En ocasiones, en pueblos como este, con tanto contraste y con tanto cruce de nacionalidades, estos policías son muy necesarios. Su labor de mediación estos días ha sido clave. Para la Guardia Civil ha sido un referente para saber cómo actuar en todo momento. Ha sido su guía en los momentos más críticos, donde más necesario es mantener la calma de todo el mundo, a uno y otro lado. A veces es mejor darle la mano a alguien para apaciguarlo que sacar la porra. En eso él es un experto».
Hace diez años, en enero de 2015, Jerónimo Cámara ofreció una entrevista a La Opinión de Murcia por su vinculación con el deporte. «Empecé con el taekwondo siendo un niño, pero cuando llegué al Ejército hice judo y muay thai (boxeo tailandés). Hace unos años comencé a practicar lucha grecorromana en el CAR [Centro de Alto Rendimiento] de Los Alcázares», comentó.
Jerónico Cámara, de espaldas, conversa con tres jóvenes de ascendencia marroquí.
Jerónico Cámara, de espaldas, conversa con tres jóvenes de ascendencia marroquí.ABEL F. ROS (ÁRABA PRESS)
En otro pasaje explicó que era una apasionado del kabaddi, un deporte de contacto muy popular en el sureste asiático, pero que en España es residual. Contó cómo nació su afición por él.
«Empezó porque conocí en un viaje a Londres, con mi padre, a Surinder Sing Sahota, un empresario que era el presidente de la lucha kabaddi en Inglaterra. Nos invitó a un partido. Al principio me dio la impresión de que era el deporte del pañuelo o del pilla pilla de toda la vida, pero durante el partido vimos una combinación de lucha libre, grappling (agarres) e incluso de rugby que me pareció muy bonito, con mucha nobleza y sin violencia», afirmó.
«Fue algo que me impactó (…) El 90% de luchadores de kabaddi proceden del judo y la lucha, pero los argentinos, por ejemplo, llegan del rugby». Aquella afición se convirtió en casi una obsesión. Llegó a competir en Mundiales de este deporte.
Ahora se ha visto inmerso en la polémica por su actuación en Torre Pacheco. El hombre al que le daba la mano en una de las fotos que acompaña este reportaje es dueño de un gimnasio en el pueblo. Los otros que aparecen en la imagen están vinculados a Desokupa, la empresa de Daniel Esteve. «Él es así. Les pidió tranquilidad», zanja un compañero. «Nada más».
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