E. C.

SANTA CRUZ. «Los compañeros no pueden más con tanta presión», aseguraba ayer a ABC un portavoz del Sindicato Unificado de la Policía en Santa Cruz de Tenerife. No es para menos. Según informó, más de 1.500 inmigrantes conviven estos días en la comisaría del sur de Tenerife; dato que coincidió con la cifras que manejaban desde la Confederación Española de Policía (CEP). El secretario regional de este sindicato, Agustín Brito, añadió que «otros 200 duermen en los calobozos de la Jefatura Superior de Las Palmas», aunque «la situación es más complicada en Tenerife». En la comisaría del sur, en el municipio de Adeje, «los indocumentados (entre los que hay algunos menores) se reparten entre el garaje, las rampas de acceso y en patios descubiertos; hacemos lo que podemos pero no hay más sitio».

Los agentes «tienen que doblar los turnos; están muy cansados física y mentalmente, es un trabajo muy duro; aunque el comportamiento de los inmigrantes es ejemplar». El problema, además del constante incremento de las llegadas, radica «en el reducido espacio de la comisaría y en los pocos agentes con que contamos; necesitamos más refuerzos». Precisamente para conseguir esos medios, el Jefe Superior de la Policía de Canarias, Narciso Ortega, se entrevistaba ayer, según el SUP, con el secretario de Estado de Seguridad; aunque no pudieron concretar los resultados del encuentro. «Lo que sabemos es que se han planteado habilitar un polideportivo en Adeje para que los inmigrantes estén en mejores condiciones; al menos, mejor que en la comisaría».
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