El chalet de Trump en Torre Pacheco

El enclave murciano, con su gran oferta de campos de golf, es ideal para ser el Mar-a-Lago europeo trumpista 'El Burladero' satírico regresa a 'La Vanguardia' en versión digital y de la mano de los lectores

La Vanguardia, Toni Ayala/Barcelona, 19-07-2025

Torre Pacheco es uno de esos rincones de la Unión Europea donde parece que nunca se produjo el Brexit, porque está lleno de jubilados británicos. Y todo el mundo sabe que los british pensioners no se van a pasar sus últimos días de vida a cualquier lado, sino que acostumbran a elegir bien sus destinos de retiro. Deben ser lugares con sol, buena comida, cerquita de la playa y asequibles para sus bolsillos.

Todo eso lo tienen en Torre Pacheco, donde existen evidencias paleontológicas de la presencia de Homo neanderthalensis en el Paleolítico inferior, es decir, hace muchísimos años, muchísimos, muchísimos, muchísimos…

Estos días está de actualidad este municipio por las llamadas “cacerías” de inmigrantes, como en tiempos de los moros y cristianos, alentadas por la extrema derecha, que, en España, es la versión trumpista made in Spain de la corriente que ha proliferado en los Estados Unidos de Hollywood con Donald Trump.

Es curioso que hay quien supuestamente quiera defender tanto a lo autóctono en una localidad cuya historia se remonta a la Baja Edad Media, cuando empezaron a instalarse familias de terratenientes llegadas de fuera, cuyos apellidos dieron lugar a topónimos como Torre Pacheco, con los Pacheco de Portugal (1472). El cortijo y la torre construidos por Pero Pacheco fueron el origen de la actual villa, sin olvidar que antes se tuvo que firmar el Tratado de Alcaraz (1243) con los señores musulmanes del emirato murciano, cosa que permitió al infante Alfonso X el Sabio integrar este territorio en la Corona de Castilla.

En cierta manera, el clima que quieren transmitirnos las redes sociales sobre la tensión de estos días en Torre Pacheco es como la versión moderna del ambiente que se pudo vivir allí a mediados del siglo XIII. Ahora bien, esta involución medieval aún tiene más recorrido, ya que, como decíamos, en esta zona dejaron rastro los neandertales.

Pero, lo importante es que, pese a todo el ruido, los jubilados británicos siguen a lo suyo. Mientras la Fiscalía investiga si se han cometido delitos de odio, en pocos días dará comienzo una nueva edición del Festival de Cante Flamenco de Lo Ferro, un buen motivo para visitar Torre Pacheco, en vez de ir a participar en el circo de la violencia racista. Y es que esta localidad murciana es, en realidad, todo un destino turístico.

De hecho, por sus características, y ahora que está tan de moda entre la extrema derecha, podría ser la candidata ideal a albergar la Mar – a – Lago europea de Trump, quien debería imitar a los british y construirse aquí otra lujosa mansión como la que luce en Florida. No hace falta que tenga 126 habitaciones, ni tampoco que albergue su propio campo de golf, ya que en Torre Pacheco ya existe una abundante oferta golfista, tanto municipal como privada, en magníficos resorts. Cualquiera diría que allí se vive el fin de España, como nos lo quieren pintar estos días aquellos interesados en meter cizaña. Más bien todo lo contrario.

En el llamado Cabezo Gordo de Torre Pacheco, con una magnífica panorámica del Mar Menor, se encuentra uno de los yacimientos paleoantropológicos más importantes de todo el arco Mediterráneo español, La Sima de las Palomas. Además, en este municipio murciano se puede recorrer la Ruta de los Molinos, que forman parte del paisaje desde hace más de seis siglos. Y, este verano, para refrescarse el paladar con el calorcito, lo ideal es probar el melón autóctono, presente en recetas como el gazpacho, las migas, la ensalada, la crema o el sorbete. Además, se elaboran postres como los cordiales, las flores de azúcar, las torrijas y las delicias artesanales elaboradas a base de huevo, limón, canela o cabello de ángel.

Por último, incluso para los amantes de las rencillas entre moros y cristianos hay oferta turística, que nada tiene que ver con los viajes propuestos por los ultras para enfrentarse a magrebíes. Así es, en Torre Pacheco, con mercado medieval incluido, se celebran las fiestas de Trinitarios y Berberiscos, que evocan las invasiones que asolaban el Campo de Cartagena a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Así es, los jubilados británicos siempre tienen razón. Y no hacen tanto ruido.

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