«Supervivientes», un programa en el que la raza sí que importa

La Voz de Galicia, 06-09-2006

Por si alguno de los más de 18 millones de espectadores semanales que siguieron las doce ediciones anteriores de Survivor ( Supervivientes ) – emitida por la CBS – pensaba pasarse a la competencia, el canal líder de Estados Unidos prepara la edición más polémica de este exitoso reality. La nueva temporada del programa separa a los concursantes por raza; los 20 participantes serán divididos en cuatro grupos: blancos, afroamericanos, asiáticos e hispanos, que competirán entre sí hasta quedar un único superviviente que se llevará un millón de dólares.


La polémica en la televisión estadounidense está servida. La propuesta ha levantado muchas críticas en la sociedad americana, que piensa que la rivalidad étnica podría provocar brotes de racismo y acusa a la cadena de fomentar las tensiones xenófobas para recuperar los niveles de audiencia del reality show. Como consecuencia, en Estados Unidos se abrió un debate sobre hasta qué punto la segregación puede ser una forma de entretenimiento y subir los niveles de audiencia.


Los responsables de la CBS restan importancia al asunto. Afirman que la idea es fruto de las críticas recibidas por el programa por no representar a las minorías étnicas y recuerdan que los cuatro equipos acabarán unificándose, ya que el premio será individual.


La productora, por su parte, asegura que después de que muchos aspirantes al concurso les comunicaran que su cultura y orgullo étnico son sumamente importantes para ellos, consideraron que Supervivientes podría ayudar a romper estereotipos. Sin embargo, los críticos señalan que la meta del programa no sería precisamente promover la diversidad, sino la división; para ellos aún falta por ver hasta dónde se extenderán los límites de la industria de la televisión y sobre todo, si las divisiones raciales de este espacio serán sólo un precedente para otras polémicas similares, como las divisiones religiosas o de clases sociales.


Nuevo experimento


El presentador de la cadena, Jeff Probst, anunció que los concursantes reaccionaron de forma diferente ante la novedad racial de la decimotercera edición – que llega a las pantallas americanas el domingo 14 de septiembre – y argumentó que «la división en razas [del concurso] eleva su experimento social a un nuevo nivel».


Si para el conductor del espacio se trata de «una idea novedosa», activistas y políticos de los cuatro grupos raciales la calificaron de «absurda» durante una protesta que tuvo lugar en Nueva York, frente a la sede central de la cadena.


«Le pedimos a la CBS que cancele el programa, que sabemos que subirá su audiencia, pero que también causará mucha violencia en la nación y la división entre los grupos étnicos» dijo Fernando Mateo, uno de los hispanos que participó en la protesta, según informa Efe.


Como contrapunto, algunos fervientes seguidores del Supervivientes opinan que se ha exagerado el tono de la discusión y cuestionan por qué no hubo polémica cuando en temporadas pasadas se dividió a los equipos por sexo y edad; señalan que es sólo un programa de televisión y que la gente debería asumirlo.


Expertos en televisión califican la nueva edición del concurso como una apuesta arriesgada de la CBS para ganar audiencia y la realidad es que los riesgos ya se palpan. El principal anunciante del programa, General Motors y otras compañías, como Coca – Cola, divulgaron que no patrocinarán la serie, aunque aseguraron que su decisión se tomó meses atrás y no está relacionada con el asunto racial.

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