Rajoy busca un cara a cara con Zapatero sobre el envío de tropas a Líbano
El PP establece cinco líneas de ataque al Gobierno para intensificar la política de oposición en lo que resta de legislatura
El Correo, 06-09-2006Mariano Rajoy confía en forzar al presidente del Gobierno a participar en un cara a cara en el Parlamento cuando se someta a debate el envío de tropas a Líbano. El líder de la oposición cree que José Luis Rodríguez Zapatero terminará por intervenir en el pleno del Congreso de este jueves, en el que Rajoy será portavoz del PP y, en principio, está previsto que el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, informe, en nombre del Gobierno, de la participación española en la fuerza multinacional de la ONU.
En los albores del nuevo curso político, el PP ha decidido aprovechar el conflicto de Oriente Próximo para arremeter contra el Ejecutivo socialista e intentar que pague un precio político por enviar efectivos militares a «primera línea de fuego» en una «misión bélica» que, según Rajoy, «es la que más bajas ha tenido en la historia de la ONU».
El líder de la oposición quiere obligar al presidente a dar la cara en el Parlamento para que dé cuenta de los motivos que le llevan a enviar tropas a Líbano, los medios de que dispondrán los militares españoles en la zona, duración, coste y misión concreta que van a desempeñar. Rajoy cree, según comentó ayer a los periodistas, que Zapatero «no tendrá más remedio» que entrar en el debate parlamentario el jueves. En su opinión, el presidente no quiere afrontar la realidad que pone ante sus ojos el PP al denunciar la peligrosidad de la misión y lo que pretende es «hacerse la foto» de la paz con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, cuya visita a España coincidirá con la cita del ministro Alonso en el Parlamento.
El dirigente conservador consideró «inaceptable» que el jefe del Ejecutivo «mienta». «No hay misiones de paz», proclamó, al tiempo que insistió en que las tropas españolas van a una zona de guerra. «Zapatero sólo habló dos veces de esto y en dos mítines de su partido, donde dijo que vamos en misión de paz. ¿Qué quiere decir, que los militares van sin armas, que van a dar una vuelta?», preguntó. En la misma línea, Rajoy acusó al líder socialista de haber dicho lo mismo sobre la misión en Afganistán y «varios perdieron la vida y hubo funerales». En cualquier caso, garantizó que el PP votará el jueves en coherencia con la posición que ha mantenido siempre. «Yo no tengo dudas sobre los principios y el papel de España en el marco internacional, cuando se le pide ayuda para defender la libertad», dijo.
Otoño caliente
El comité de dirección del PP celebró ayer una intensa sesión de trabajo para fijar los planes de oposición de los próximos meses. En su posterior comparecencia ante los medios de comunicación, Rajoy dejó claro que habrá un otoño caliente en el Parlamento.
En el comité de dirección, se pusieron en marcha los preparativos de las cuatro conferencias que, hasta diciembre, debatirán las propuestas programáticas del partido para las elecciones municipales y autonómicas y sentarán las bases de la oferta del partido en los comicios generales de 2008.
Los dirigentes populares acordaron centrar la estrategia en cinco grandes líneas de ataque al Gobierno. Así, sobre inmigración, denunciarán de forma permanente lo que describen como la falta de eficacia del Gobierno para hacer frente al fenómeno y reiterarán la acusación de haber convertido a España en «paraíso de las mafias».
En materia económica, el PP incidirá en los riesgos que supone el crecimiento de los precios y el déficit del sector exterior. Por otra parte, imputará al Ejecutivo su supuesta ineficacia en seguridad ciudadana y servicios públicos.
En relación al modelo de Estado, los populares impulsarán un debate sobre el reparto de competencias y la urgencia de ir hacia un modelo más ágil y rápido que permita hacer frente a las necesidades de los ciudadanos. Y en política antiterrorista, por último, mantendrán sus acusaciones de debilidad al gabinete socialista, que el PP ve sometido al chantaje de ETA y Batasuna en el proceso abierto tras el alto el fuego declarado por la banda terrorista el pasado mes de marzo.
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