Sí, señor Monzó
La Vanguardia, 05-09-2006ANTONI CABRÉ SEGARRA Esparreguera
Desde Maçanet de Cabrenys, Quim Monzó ve entrar cada noche en autocares más inmigrantes sin papeles de los que entran por Canarias en todo el día (1/ IX/ 2006). La “épica” y “glamour” del cayuco, como indica, es más mediática que el autocar. Es comprensible que los focos y taquígrafos se vean más atraídos por los negros que desembarcan en una playa que por los rumanos que cruzan en un oscuro autocar, por cualquier carretera de los Pirineos, o por los ecuatorianos enseñando el visado de turistas en Barajas.
Menos comprensible es que los políticos desplieguen fuerzas de seguridad, barcos, aviones, embajadas y ministros, para frenar al colectivo subsahariano que supone el 3% de nuestros inmigrantes y el resto, por aquello de que salen menos en los papeles, sea controlado por encima. La libertad de buscar trabajo allí donde lo haya debe ser un derecho fundamental para todos, también para los africanos. Europa los necesita, el desarrollo nuestro y el de ellos está en juego.
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