el consistorio del municipio alavés denegó la licencia de actividad a la diputación ante el rechazo del pueblo

vitora. El 15 de noviembre del pasado año, el Ayuntamiento de Nanclares de Oca denegó a la Diputación alavesa la licencia de actividad para la creación del centro de acogida para menores inmigrantes que planeaba instalar en la localidad. Tras varios meses de movilizaciones y protestas de los vecinos, con manifestaciones por las calles de Vitoria el Día del Blusa incluidas, Javier Martínez, alcalde de Iruña de Oka, municipio al que pertenece el pueblo, optó por obviar la amenaza de ser acusado de prevaricación y negó la licencia a la Diputación.

En julio de 2005, el Ejecutivo foral inició el proyecto de hogar de acogida para extranjeros que no alcanzaran la mayoría de edad y que, al igual que ha ocurrido recientemente en Ribera Alta, desató la ira de los ciudadanos de la localidad, crispados por la falta de información y temerosos ante los problemas que un centro de estas características podría acarrear. Hasta un millar de vecinos, de las 1.700 personas empadronadas en Nanclares, llegaron a firmar un comunicado en contra del citado centro.

El lugar elegido por el Ejecutivo foral era una antigua residencia de ancianos, un local que ya habían alquilado y para el que únicamente era necesario obtener la licencia de actividad, una licencia que nunca llegó ante la negativa municipal. La Diputación aseguró en su momento que la decena de menores acogidos en el centro en ningún caso serían conflictivos, sino jóvenes desprotegidos que no poseían ningún tutor legal, ya que los acusados de algún delito o con antecedentes serían recluidos en un centro alternativo.

Finalmente, y nueve meses después de lo acontecido en Nanclares, el polémico proyecto ha visto trasladada su instalación hasta el pueblo de Castillo – Sopeña, y con él, el conflicto y los miedos que un plan de estas características conlleva. >d.o.