Sin liderazgo político
Diario de noticias de Gipuzkoa, 05-09-2006Sin liderazgo político
A decir verdad, y por lo que a lo largo de este año he podido constatar en base a la opinión de bastantes dirigentes políticos, que el desarrollo sostenible no está incluido como materia importante en la agenda de ningún partido político. El desarrollo sostenible es un tema secundario en las políticas en curso e, interesadamente, se ha relegado a la esfera de los departamentos de medio ambiente cuando debería depender directamente de los jefes de los diferentes ejecutivos gubernamentales e instalarse en el centro de todas las políticas como reiteradamente lo defiende la Comisión Europea.
En efecto, resulta inexplicable que la responsabilidad resida en los distintos departamentos de medio ambiente (Gobierno Vasco y Diputaciones) cuando las políticas sostenibles a poner en marcha se refieren a sectores como las infraestructuras y el transporte, la edificación, la industria, la energía y el sector primario en colaboración con los diferentes departamentos de Hacienda, a la hora de impulsar la fiscalidad sostenible, de manera que favorezca sinérgicamente todas estas políticas sostenibles que se pongan en marcha. Todos estos departamentos afectados son ajenos al de Medio Ambiente. ¿Si el desarrollo sostenible implica y complica a tantos departamentos, no sería más lógico que dependiera del propio Lehendakari y de los diputados generales?
Por otra parte, la sostenibilidad también se ocupa de los aspectos sociales. Por ello, es preocupante cuando observamos que van creciendo las desigualdades sociales dentro de nuestro país, y entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, y que están aumentando excesivamente tanto los niveles de consumismo como las demandas de necesidades materiales que incrementan el despilfarro y, con ello, el deterioro de nuestro planeta.
También se esta produciendo un importante auge del individualismo que puede poner en peligro las respuestas solidarias. A su vez, además del progresivo envejecimiento de la población, se da un aumento progresivo e importante de la inmigración y de la precariedad en el trabajo por lo que no resulta difícil intuir que si no se actúa a tiempo, cambiando solidariamente el MI por el TE (integración en lugar de inmigración), los riesgos de deterioro de la convivencia social vayan en aumento. Lo mismo deberían preocuparnos los progresivos crecimientos de los gastos sociales y sanitarios y que muchos expertos consideran como la antesala de una anunciada crisis del Estado del Bienestar.
Desgraciadamente, cuando más necesitaríamos la movilidad social a la hora de responder responsable y colectivamente a estos retos es cuando constatamos que existen serias dificultades para que se dé una efectiva participación ciudadana. Dificultades que provienen tanto de la escasa vertebración de la sociedad civil en el sistema societario como de la escasa y fragmentada información que recibimos sobre la situación en la que actualmente vivimos. Es una constatación el hecho de que, a excepción de los países del sur de Europa, el desarrollo sostenible sea un tema habitualmente tratado y comprendido en la UE. Esta gran diferencia se deriva de la falta de liderazgo político. Sin él es muy difícil que se movilice a la sociedad en pro del desarrollo sostenible. Una seria llamada de atención a nuestros dirigentes políticos.
jgabina@swpi.org
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