Los inmigrantes superan la capacidad de acogida de las islas

A última hora del domingo había 5.461 extranjeros retenidos para 5.446 plazas

Canarias 7, 05-09-2006


Santa Cruz de Tenerife
Cuatro nuevos cayucos con 399 inmigrantes llegaron ayer a Canarias tras un fin de semana que dejó la mayor avalancha en 48 horas, con 1.433 personas, lo que supera la capacidad de acogida de las islas y ha llevado al Gobierno a advertir de que no tolerará la inmigración ilegal y actuará con firmeza.

La llegada continua de embarcaciones con inmigrantes clandestinos ha proseguido con la arribada de cayucos a Gran Canaria, El Hierro y Tenerife, y ha provocado que los extranjeros retenidos en los centros de internamiento superen ya su capacidad total.

Según la Delegación del Gobierno en Canarias, a última hora del domingo había 5.461 extranjeros retenidos en los centros acondicionados para este fin en las islas, que tienen una capacidad de 5.446 plazas.

Asimismo, alrededor de 700 inmigrantes irregulares que han llegado a bordo de cayucos permanecen en las dependencias de la Comisaría del sur de Tenerife a la espera de ser trasladados a alguno de esos centros de internamiento, también según fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

Por su parte, el Ejecutivo canario informó de que la cifra de inmigrantes menores de edad acogidos en el archipiélago tras desembarcar en sus costas desde el continente africano ha aumentado en un 10 por ciento en poco más de un fin de semana.

En concreto, desde el pasado sábado hasta la madrugada del lunes han arribado 70 menores más a las islas, cuando ya el viernes se contabilizaban unos 700, según las cifras del Gobierno canario.

Este número se incrementa paulatinamente con la llegada de cayucos, pues sólo en el que llegó hoy a la isla de El Hierro con 110 personas a bordo había doce menores de edad.

El Gobierno canario ha insistido en su demanda de redistribuir en otras comunidades autónomas a la mayoría de esos 700 menores, lo que reiteró el viernes tras una reunión con los cabildos en la que se acordó que el cupo máximo que puede acoger el archipiélago es de 250, ya que su repatriación es más dificultosa que la de los adultos y, por ello, suelen quedar al cargo de la administración por años.

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