El Índice Global sobre la Tortura aprecia un «riesgo moderado» en el Estado español

La Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) ha publicado un informe en el que analiza la situación de 26 países. Bahréin, Bielorrusia, El Salvador, Etiopía, Libia y Rusia «presentan los niveles de riesgo más altos».

Gara, NAIZ, 26-06-2025

Con motivo del Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) ha publicado el Índice Global sobre la Tortura, una herramienta «diseñada para visibilizar el riesgo de tortura y transformar la lucha para erradicar esta práctica».

Este trabajo, desarrollado en colaboración con aproximadamente 90 organizaciones de la sociedad civil –entre ellas Salhaketa Nafarroa– y personas expertas, presenta datos de 26 países –incluido el Estado español– en los que se aprecian diferentes grados de riesgos de tortura y de otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

En este informe, Bahréin, Bielorrusia, El Salvador, Etiopía, Libia y Rusia «presentan los niveles de riesgo más altos». En estos 26 países «se registraron muertes y/o lesiones causadas por la policía durante el último año, incluso bajo custodia. Se documentaron casos casos frecuentes en Honduras, Argentina, México y Filipinas».

En el documento se apunta asimismo que «en Libia, España, Bielorrusia, Túnez y Hungría las fuerzas de seguridad hacen uso excesivo de la fuerza, incluyendo actos de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes contra personas migrantes». También se apunta que «Malasia e India, dos de los países evaluados, aún no han ratificado la Convención de la ONU contra la Tortura, por lo que carecen de un marco jurídico creíble para erradicar esta práctica».

Detención incomunicada

«La detención incomunicada es común en 14 de los 26 países analizados. También se identificaron muertes bajo custodia y hacinamiento severo –superior al 120% de la capacidad– de forma generalizada», añade.

Además, en el 70% de los países evaluados «las personas se enfrentan a falta de reconocimiento, desmotivación o incluso represalias al intentar acceder a la Justicia. Solo dos de estos 26 países ofrecen apoyo psicológico a víctimas durante las investigaciones o juicios».

El informe de la OMCT apunta que muchos gobiernos «evitan clasificar actos como tortura, sugiriendo que ‘si no hay datos, no hay tortura’. Reconocer el riesgo, recopilar y reportar la evidencia y datos relevantes es el primer paso esencial para prevenir estos abusos».

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«Más que esporádica»

En lo referente al Estado español, el Índice Global sobre la Tortura lo califica con un «riesgo moderado», basándose en datos de 2023 y 2024. En el documento se apunta que los malos tratos «no son sistemáticos, pero se producen de forma más que esporádica, especialmente durante las detenciones de inmigrantes irregulares o activistas de grupos ideológicos específicos, como anarquistas, independentistas o ecologistas».

«Especialmente alarmantes son las prácticas en los centros de detención de corta duración y por parte de las fuerzas de seguridad en las fronteras, incluidas las devoluciones ilegales, con la matanza de Melilla de 2022, que se saldó con al menos 37 muertos y ninguna investigación independiente», añade el documento.

Unos problemas que según la OMCT tienen su origen «en deficiencias estructurales e institucionales», y cita que «los tribunales suelen desestimar prematuramente las denuncias de tortura, y los mecanismos de control interno carecen de transparencia e imparcialidad».

De este modo, se recuerda que «el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha declarado a España responsable de violaciones de la prohibición de la tortura o de las penas o tratos inhumanos o degradantes en los últimos cinco años, concretamente por violaciones procesales, a saber, por no investigar las denuncias», y se cita en particular el caso de Igor Portu y Mattin Sarasola.

«Autoritarismo creciente»

Gerald Staberock, secretario general de la OMCT, destaca que «el Índice Global sobre la Tortura es un indicador de la resiliencia del Estado de Derecho en tiempos de autoritarismo creciente, polarización y desigualdad. Refleja cuán justas, sanas y seguras son nuestras sociedades» .

«Ninguno de los 26 países, ninguna región, sistema político o sociedad es inmune a la tentación de recurrir a la tortura», señala Verónica Hinestroza, experta asociada de la Omega Research Foundation y miembro del Comité Directivo del Índice. «Al proporcionar datos y análisis sobre el riesgo de tortura, estamos sacando esta práctica de las sombras. El Índice Global sobre la Tortura no es solo una herramienta de medición, es un llamado urgente a la acción».

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