Un agente de la Policía Municipal de Madrid que se encontraba fuera de servicio ha sido detenido este miércoles por matar a un hombre de 35 años que le había robado el móvil en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. Falleció asfixiado cuando estaba siendo retenido, ante numerosos testigos y sin que nadie lo impidiera. Uno de los presentes sí pide al policía que deje respirar al hombre pero este no atiende a ningún requerimiento.

El hecho recuerda a lo ocurrido en Estados Unidos con el caso de George Floyd, que tuvo gran eco internacional y generó potentes dinámicas de protesta. En Euskal Herria una detención similar, entonces por policías uniformados, desembocó en la muerte en comisaría de Elhadji Ndiaye en Iruñea en 2016, que nunca quedó esclarecida.

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Sin embargo, la mayoría de las informaciones tildan la muerte de «accidental» y mensajes en redes intentan justificar la acción del agente policial.

Aunque inicialmente fuentes policiales habían informado de que el agente pertenecía a la Policía Local de Torrejón de Ardoz, fuentes municipales han precisado a EFE que se trata de un miembro en activo de la Policía Municipal de Madrid.

La versión oficial de los hechos es la siguiente: Sobre las 23.30 de este martes el presunto ladrón le robó el teléfono al agente, que se encontraba con otro policía del mismo cuerpo, aunque ya jubilado, en el cruce de las calles de Pesquera y Calderas de la localidad.

Aunque huyó a la carrera, el varón fue interceptado por el agente, que le retuvo en el suelo aplicándole un mataleón, es decir, una maniobra de sujeción por el cuello, hasta la llegada de la Policía española, que fue avisada por varios testigos del robo.

Al esposar al hombre, los efectivos de la Policía española observaron que el presunto ladrón estaba prácticamente inconsciente y en parada cardiorrespiratoria y avisaron a los servicios de emergencia del Summa112, que confirmaron su fallecimiento por estrangulamiento a pesar de las labores de reanimación durante más de 30 minutos.

Tras ser detenido el agente fue trasladado a dependencias de la Policía española a la espera de pasar a disposición judicial.