Alberto Núñez Feijóo ha sacado de dudas a los que aún guardaban preguntas sobre su programa político. El Partido Popular se abre con claridad a pactar con Vox si eso permite alcanzar la Moncloa y anuncia el endurecimiento de las políticas migratorias en el caso de gobernar España. Pero también propone que los padres decidan sobre la educación de los menores, retrasar al máximo posible la edad en la que llevar a cabo operaciones de cambio de sexo, “frenar la imposición” de minorías nacionalistas, derogar la ley de memoria democrática, recuperar el delito de sedición, eliminar las intervenciones en lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados, reformar la ley para limitar el acceso a listas electorales de personas con delitos de sangre y mantener la defensa de la tauromaquia y la “cultura del esfuerzo”. También proponen huir de la “autodeterminación de género” en materia LGTBIQ+ y están a favor de la “igualdad real” pero sin caer en “el borrado de las mujeres”.
Toda esta batería de propuestas salen reflejadas en la Ponencia Política del Partido Popular, documento que será aprobado en el próximo Congreso Nacional del partido el próximo mes de julio y que aún está en proceso de recibir e incorporar enmiendas. El documento ha sido presentado por los presidentes autonómicos Juan Manuel Moreno Bonilla y Alfonso Fernández Mañueco, la eurodiputada Alma Ezcurra y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. Los cuatro fueron los encargados por Feijóo para plasmar el rumbo ideológico del partido, debate del que quedaron fuera líderes cercanos a Isabel Díaz Ayuso.
El documento, para evitar decir abiertamente que el PP está dispuesto a pactar con Vox sin miramientos, advierte que rechaza “cordones arbitrarios”. “El socialismo actual lleva años queriendo elegir a quiénes debe excluirse del diálogo democrático”, expresa el documento. El Partido Popular, que ya ha pactado en múltiples ocasiones con la extrema derecha y recientemente ha llegado a acuerdos para constituir presupuestos autonómicos en País València, Región de Murcia e Illes Balears, siempre había querido mantener la ambigüedad ante la idea de pactar con Vox para alcanzar la Moncloa, una idea que puede restarle votos en su camino hacia la centralidad. Sin embargo, este documento ya no deja lugar a dudas.
En materia de migración, la formación aboga por un discurso similar al que propone la extrema derecha. Los populares consideran que “la irregularidad no puede generar derechos” y aspiran a ligar “la residencia de larga duración a la contribución efectiva al sistema” así como al “conocimiento del idioma y de la cultura españolas”. En conclusión, el PP aboga por “repatriar de inmediato a los inmigrantes ilegales y a quienes cometan algún delito”, según se puede leer en su documento. La formación siempre se ha mostrado en contra del nuevo proyecto de regularización de personas migrantes e insiste en su tesis de ligar la estancia de migrantes a la productividad.
Toros, ETA y cultura del esfuerzo
Pero en su nuevo documento, el PP deja espacio para más debates. En su nueva defensa de la tauromaquia, los de Feijóo consideran que defenderla es “defender la libertad individual y el derecho a elegir nuestras raíces sin imposiciones”. Y aunque hacen mención y piden reconocimiento para las víctimas de ETA, se olvida de los muertos durante la dictadura franquista. El PP pide en el documento limitar las listas electorales para las personas que tengan delitos de sangre, una situación que no es real y que ocurrió recientemente en 2023, cuando Bildu retiró a siete personas de sus listas autonómicas por tener delitos de sangre.
El partido líder de la oposición defiende también la llamada “cultura del esfuerzo”, cuestión que menciona hasta en dos ocasiones, como camino para alcanzar el ascensor social. También pretenden fomentar políticas de natalidad para contrarrestar un “imperante discurso político que, amparado en versiones extravagantes del ecologismo o el feminismo, buscan convertir la maternidad y la paternidad en algo sospechoso o directamente reaccionario”.

Aunque la ponencia política es clara en muchos aspectos, en otros ha dejado muchos debates sin cerrar. Uno de ellos es la posición que tiene la formación respecto al aborto, elemento que no se menciona en ningún momento del texto, así como la gestación subrogada. Estos dos temas generan profundas divisiones en la derecha y el Partido Popular ha decidido obviarlas. Aún queda el proceso de enmiendas para llevar a cabo alguna propuesta de modificación.