California
Un clamor de millones de personas en Estados Unidos contra el Gobierno: "Trump está actuando como un dictador"
Las protestas se produjeron en más de 2.000 localidades de todo el país coincidiendo con el desfile militar organizado por Trump en el día de su cumpleaños
El Mundo, , 16-06-2025Los Ángeles, erigido desde hace una semana en epicentro de la oposición al gobierno de Donald Trump, no defraudó. Decenas de miles de personas se echaron a las calles en distintas partes de la ciudad para intentar amargarle el cumpleaños al republicano y protestar contra el devenir autoritario de su administración. Hubo cánticos, lágrimas, orquestas ambulantes, creatividad a raudales en el desfile infinito de carteles contra Trump y un buen de número de vendedores latinos desafiando el miedo a las redadas de los agentes de inmigración. “Estamos aquí y nadie nos va echar”, decía a El Mundo Efraín González mientras despachaba perritos calientes “a la mexicana”, justo delante de un inmenso río de manifestantes. “Se siente bien que nos estén apoyando”.
El coloso californiano fue de los primeros en unirse a una causa compartida en más de 2.000 localidades de todo el país. Se calcula que millones de estadounidenses han salido a protestar de punta a punta de Estados Unidos como parte del movimiento No Kings (No a los reyes), programado mucho antes de que comenzaran las redadas en Los Ángeles. “Han desafiado nuestros tribunales, han deportado a estadounidenses, han desaparecido personas de las calles, han atacado nuestros derechos civiles y han recortado nuestros servicios. No a los tronos. No a las coronas. No a los reyes”, reza el lema de los organizadores.
Manifestantes en la protesta contra la Administración Trump durante la concentración nacional “No a los Reyes” en el centro de Los Ángeles.
Manifestantes en la protesta contra la Administración Trump durante la concentración nacional “No a los Reyes” en el centro de Los Ángeles.RINGO CHIUAFP
En Filadelfia, la fina lluvia no frenó a la multitud, que marchó hasta las famosas escalinatas del Museo de Arte de Filadelfia, donde se rodó la escena más recordada de Rocky, con Sylvester Stallone. En Nueva York, el desfile de pancartas contra Trump y las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) discurrió por la Quinta Avenida entre las calles 23 hasta la 42, en otra demostración pacífica y masiva contra la corriente de autoritarismo imperante en Estados Unidos. Y en Charlotte, Carolina del Norte, miles desfilaron al grito de “no a los reyes, no a las coronas, no nos arrodillaremos”. Se celebraron manifestaciones en los 50 Estados del país, incluyendo Alaska y Hawai.
“Trump es un mentiroso patológico y espero que me pueda levantar una mañana de estas y rezar por su alma yéndose al diablo”, decía furiosa Sidney Fernández, mostrando una enorme pancarta junto al antiguo edificio del Los Ángeles Times, muy cerca de la alcaldía donde arrancó la marcha. A su lado, Coby Bernard, una hispana del este de Los Ángeles, defendía su estandarte con tres banderas distintas pegadas: una mexicana, una guatemalteca y una salvadoreña, consciente de las críticas del movimiento MAGA a la presencia de banderas de países extranjeras en las protestas de los últimos días.
“Se supone que esta es la tierra de la libertad, aunque ya no estoy muy segura. Trump está completamente loco. Lo único que le mueve es el dinero, no las personas”, esgrime. “Cuando atacas a gente que te ha alimentado desde el día en que naciste, es que tienes un problema. Esta gente tiene derecho a estar aquí. Todos somos humanos. Todos merecemos tener un hogar. Todos merecemos estar a salvo”.
Unos metros más abajo, Andrew forma parte del cordón de seguridad para proteger el edificio del Tribunal Federal de Los Ángeles. Pese a la lluvia de gente que se acerca a fotografiarle y hasta increparle, no pierde la sonrisa. Sabe que como uno de los miembros de la Guardia Nacional desplegados por Trump a espaldas del gobernador de California, Gavin Newsom, no es demasiado bien recibido en estos momentos.
“Solo estamos haciendo nuestro trabajo”, se defiende. “Nos están achacando una mala imagen que es injusta. Estamos tratando de proteger los derechos básicos de la Constitución”. Eso sí, de las redadas a gente su comunidad, la latina, prefiere no hablar.
Un manifestante sostiene una bandera estadounidense invertida, reconocida como señal de socorro, durante la protesta contra la administración Trump en el centro de Los Ángeles.
Un manifestante sostiene una bandera estadounidense invertida, reconocida como señal de socorro, durante la protesta contra la administración Trump en el centro de Los Ángeles.RINGO CHIUAFP
Joel Branvile también fue militar. Ahora es un marine retirado que porta orgulloso un cartel en defensa de la democracia. “Soy un veterano, un marine que sirvió en Irak, ayudando a gente reprimida por un dictador como Sadam Husein y siento que Trump está haciendo lo mismo, actuando como un dictador”, asegura . “Nos están quitando los derechos a los inmigrantes y tenemos que luchar por recuperarlos”.
Cree, además, que es absurdo el despliegue de los marines en Los Ángeles, unos 700 miembros en total. “No es necesario en absoluto. Se supone que los marines tienen que intervenir en otros países, no en éste. No está preparados para manifestaciones”.
A su lado, Anderson Gold, otro ex marine, sostiene que “el sistema de inmigración está roto, con gente esperando a que les regularicen desde hace años. Esta gente se merece la ciudadanía, por ellos estamos luchando. Luchamos como marines por liberar a personas en otros países y eso es lo que tenemos que hacer aquí, liberar a nuestra gente”.
En Minnesota se suspendieron las marchas por el ataque a dos congresistas, con el fallecimiento de Melissa Hartman y su marido, y en Washington tampoco, por la coincidencia con el desfile militar organizado por Trump el día de su cumpleaños y en el Día de la Bandera, para celebrar los 250 años de la fundación del Ejército de Estados Unidos. Es, a buen seguro, un aniversario que Trump no olvidará jamás.
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