«Prefería morir de hambre en mi país que volver al barco»
Los polizones del 'Agiasma' se quedan en Vizcaya tras zarpar el buque
El Correo, 05-09-2006La esperanza de encontrar una vida mejor condujo a Omari, Nassoro y Honsni, tres jóvenes cuya edad no supera los 23 años, a emprender un viaje clandestino a bordo del ‘Agiasma’. Lejos de todas sus expectativas, la ilusión de pisar suelo europeo les ha supuesto un calvario que ha durado más de cinco meses. «Prefería volver a mi país y morirme allí de hambre antes que embarcar de nuevo», explicó ayer a este periódico Honsni, el joven de Tanzania. Dos veces tuvo que ser trasladado al hospital de Basurto a causa de las heridas que él mismo se provocó ante «la desesperación de no poder bajar del buque».
Nassoro, de origen congoleño, confirmó que estuvieron en huelga de hambre como una forma de pedir ayuda. «No comimos nada durante seis días», corroboró su compañero ‘de viaje’ Omari. El abogado del barco, Enekoitz Duarte, ratificó esta afirmación y aludió a los comentarios que ponían en duda la veracidad del ayuno. «Son chicos jóvenes y tienen una constitución lo suficientemente fuerte como para aguantar seis días sin comer sin que esto se refleje en unos análisis». El letrado agradeció «la excelente labor que han realizado estos días la Cruz Roja, la Policía y el CEAR».
Nassoro, Omari y Honsni manifestaron su alegría al recibir la noticia que tanto tiempo llevaban esperando. El buque zarpó ayer a las 18.45 horas rumbo a Rotterdam, pero ellos han conseguido que la Subdelegación permita su entrada en el país, «como algo excepcional para no prolongar más su sufrimiento», según declaró ayer el subdelegado, Miguel Angel Fernández.
Telegrama urgente
Los tres polizones permanecen en las dependencias fronterizas del Puerto de Santurtzi desde el jueves debido a una orden dictada por el Juzgado Central de lo Contencioso – Administrativo de Madrid que les obliga a quedarse allí hasta que el juez responda a la petición de asilo político que ha presentado su abogada.
Sin embargo, con la partida del barco, «el escenario ha cambiado», destacan fuentes de la Subdelegación. «En cuanto zarpó enviamos un telegrama urgente al juzgado para que dicte un auto levantando las medidas cautelares que obligan a los polizones a permanecer en el Puerto».
La respuesta llegará hoy mismo y en ese momento podrán pisar suelo español, «donde estarán en una situación transitoria de ‘peticionarios de asilo político’ bajo la responsabilidad de una ONG, en lugar de ir a un centro de internamiento». CEAR ha luchado durante quince días por la entrada en el país de los polizones y espera que «no se demore más tiempo».
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