Zaporeak y sus diez millones de comidas
Solidaridad · La asociación, nacida en Intxaurrondo, celebra su décimo aniversario centrada en la ayuda voluntaria en el campo de refugiados de la isla de Lesbos, en Grecia
Diario Vasco, , 09-06-2025Más de diez millones de comidas servidas. Diez años de servicio para las personas que llegan al campo de refugiados de la isla de Lesbos, en Grecia. Una comida «digna» diaria para «gente que no tiene otra cosa». Como para no celebrar el aniversario de una labor tan importante como necesaria para aquellos que llegan a Europa en una huida hacia adelante de bombas, balas y hogares destrozados. Zaporeak cumple 10 años y, a modo de homenaje, DV ha reunido a Inma Arocena, recientemente incorporada a la asociación, con Peio García Amiano, uno de los fundadores.
Todo comenzó en 2015 en el seno del Grupo Gastronómico de Intxaurrondo. «Queríamos montar una escuela de cocina en Etiopía pero el proyecto no cuajó y, en una de las reuniones, comentando las imágenes que se veían en la televisión de miles de migrantes llegando a Europa, se nos ocurrió hacer algo por ellos». Así narra García Amiano los inicios de Zaporeak. «Pero, ¿qué íbamos a hacer, si no sabemos más que cocinar? Entonces pensamos, ¿por qué no vamos allí a hacer lo que sabemos? ¿A cocinar? Y nos fuimos cinco personas en coche a la ciudad de Quíos, que es donde estaba llegando toda la ola migratoria».
En aquel entonces la labor era distinta. «En un principio fuimos para dar de comer a los voluntarios de salvamento marítimo como los del Aita Mari porque no tenían tiempo ni para cocinar. Después nos dimos cuenta de que nadie estaba alimentando a los refugiados, y decidimos que eso tenía que cambiar». Volvieron a Donostia y Zaporeak comenzó a coger forma. «Reunimos material de cocina y volvimos a Quíos con una furgoneta. Estuvimos dando de comer a los refugiados durante año y medio, hasta que cerraron los campos en los que estábamos».
Tras un breve paso por Atenas, recorrieron «cerca de 40 campos de refugiados» en tres días para dar con el que más precisaba de ayuda. «El campamento de Lesbos era el que más necesidades tenía, así que nos instalamos allí. Y ya llevamos 10 años dando de comer».
Los inicios no fueron fáciles, los recursos eran más limitados en la asociación. «Cocinábamos con un perolo de 120 litros y fuegos de suelo. Aun y todo, éramos capaces de repartir 2.000 comidas al día. La gente se muere de risa cuando les contamos cómo cocinábamos. Más tarde, una empresa nos donó mejor material y llegamos a elaborar 3.000 comidas diarias. El coste era muy alto, así que hoy en día elaboramos 2.500», recuerda el cofundador de Zaporeak. Una década después, han servido más de diez millones de comidas.
García Amiano vio nacer a la asociación y ha sido testigo directo también de todo su recorrido desde que llegaron a Grecia montados en aquel coche en 2015. «Hacemos una valoración totalmente positiva. Lo dicen los números, llevamos diez años ayudando allí. Creemos que es muy importante porque si nosotros lo dejamos, ¿quién le va a dar de comer a toda esta gente? Viendo la situación en la que se encuentran, hay que seguir adelante. También es muy positivo todo el apoyo que hemos recibido».
En estos diez años, más de 1.500 voluntarios han pasado por Zaporeak y han estado tres semanas a 3.000 kilómetros de casa colaborando voluntariamente. «Y allí no hay descanso semanal, se trabaja todos los días. Estamos muy agradecidos, el pueblo vasco es muy solidario. En el momento en el que se necesita algo, la respuesta siempre es brutal».
Una de las incorporaciones recientes es la de Inma Arocena, que se unió al proyecto hace año y medio. «Trabajaba en un bar y ahí fue donde descubrí Zaporeak, en una conversación con los clientes». Decidió involucrarse con la asociación para vivirla desde dentro. «Lo que hacen es muy interesante. Es un proyecto de casa, cercano y estando dentro puedo saber hacia dónde va y cómo funciona. Más allá de aportar, quería sentirme parte de esto».
En el tiempo que lleva en la asociación, Arocena ha estado colaborando en el campamento de refugiados de Lesbos. «Sin la labor de Zaporeak habría muchísimos problemas allí. No entiendo cómo los gobiernos permiten que la gente viva en esas condiciones. Es muy fuerte».
García Amiano establece el punto de partida como el hito más importante de la asociación, pero reconoce también la relevancia del camino hasta la actualidad. «Dar el paso fue un momento clave, pero mantenernos durante tantos años ha sido igual de importante. Ahora estamos muy asentados, se nos conoce más a nivel de instituciones, la gente sabe quiénes somos y qué hacemos. Estamos en un momento dulce». Esta labor diaria, sin descanso, puede resultar ardua en algunos sentidos, pero «el agradecimiento de esa gente tan necesitada» lo compensa con creces. «Las caras de los niños lo dicen todo. Siempre intentamos llevarles algún caramelo o chocolates para hacerles felices».
No se cumplen diez años todos los días. Zaporeak celebra este domingo día 15, en la plaza Etxepare de Intxaurrondo, una trayectoria admirable marcada por la solidaridad y el voluntariado con el evento ‘¡Koxk, da un mordisco a la solidaridad!’. Como no podía ser de otra manera, la comida será el epicentro de la fiesta. Medio centenar de restaurantes y bares –Arzak, Astelena y Txoko de Getaria entre otros– ofrecerán pintxos especiales que le darán color y mucho sabor a la cita. El dinero recaudado estará destinado íntegramente a la asociación y a sus futuros proyectos solidarios.
Pero la comida no será el único aliciente de la fiesta. Estará ambientada por txarangas y los conciertos de la cantante Iratxe y el grupo Postal Kolekzionistak.. También será momento de acordarse de aquellos que han aportado al proyecto. «Habrá un acto de homenaje a varias personas para reconocer su labor en Zaporeak», adelanta Peio García Amiano. Otro de los atractivos especiales de esta edición será el Gran Premio Popular Juan Mari Arzak de queso Idiazabal, en el que el propio público escogerá el ganador entre los siete competidores.
El ‘Kosk!’ de este año será especial. El décimo aniversario de la asociación es un gran motivo para celebrar, pero esta cita se organiza con una periodicidad anual y siempre cuenta con una «respuesta brutal por parte de la sociedad». Será la octava edición de la fiesta gastronómica, y se espera que, igual que las de años anteriores, sea un éxito rotundo.
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