José Luis Rodríguez Zapatero mostró ayer su «plena convicción» de que los soldados españoles harán un «servicio a la paz» en Líbano, y se declaró «orgulloso» de haber dicho hace tres años «no» a la guerra de Irak y de dar ahora un «sí» a la misión pacificadora de la ONU. También aprovechó su intervención para sostener que «el problema» del Partido Popular es que «no sabe distinguir entre la guerra y la paz».

El jefe del Ejecutivo, que volvió a elegir la fiesta minera asturleonesa de Rodiezmo (León) para pronunciar su discurso de apertura del curso político, confió en que el Congreso dé el próximo jueves su autorización para el envío de tropas a Líbano y recordó que buscar el respaldo del Parlamento fue su compromiso «para que las misiones en el exterior tengan el apoyo de la mayoría y no respondan a la decisión, por capricho o por error, de un gobierno o de un presidente».

Rodríguez Zapatero aludió varias veces a la intervención militar en Irak que comandó EE UU con el apoyo del Gobierno de José María Aznar para contraponer aquella operación con la que ahora van a realizar los ‘cascos azules’ de la ONU en Oriente Próximo. Entonces, argumentó, «lo que hizo el PP fue apoyar una intervención ilegal, ilegítima, que supuso un fracaso histórico liderado por el presidente de Estados Unidos». Ahora, subrayó, «se trata de garantizar un alto el fuego y de que no vuelva a haber guerra». Un objetivo para el que Naciones Unidas «ha pedido a Europa y a países democráticos que estemos allí, para que en Líbano y en Oriente Medio no veamos más muertes de inocentes».

Ayuda de comunidades

Por todo ello, se proclamó «orgulloso de decir no a la guerra de Irak y sí a la misión de paz en Líbano», al tiempo que reprochó al principal partido de la oposición «no saber qué decir porque la derecha en este país no distingue entre la guerra y la paz».

A su juicio, «ése es el problema que tiene la derecha. Que no distingue, como tampoco lo hace entre ganar y perder las elecciones», apostilló. En este sentido, el presidente del Gobierno comprometió su empeño para que el PP tenga en los próximos años «unas cuantas derrotas más, a ver si así aprenden».

Por otra parte, Zapatero instó a los populares a que actúen con «menos hipocresía y demagogia» ante el problema de la inmigración ilegal, y pidió a todas las comunidades autónomas, especialmente a las del PP, que colaboren con Canarias en esta cuestión.

«Porque, señores del Partido Popular – añadió – , cuando llegamos al Gobierno me encontré en España 800.000 inmigrantes ilegales de los que 600.000 estaban trabajando irregularmente sin derechos y sin cotizar, y esos 800.000, al menos, entraron en España gobernando Aznar y Rajoy, así que menos hipocresía y menos demagogia».