Álava gasta un 33% más que hace dos años en ayudar a 2.868 ancianos en sus casas

La Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria destinan este año 21 millones de euros al apoyo a domicilio Mujeres inmigrantes suponen el 15% del empleo al absorber casi todos los nuevos trabajos que se crean

El Correo, 04-09-2006

Con 49.000 personas mayores de 65 años, Álava envejece. De este colectivo, la gran mayoría son personas en plenas facultades que disfruta de una bien merecida jubilación. Pero los hay también que no pueden valerse por sí mismos – por enfermedades o longevidad – y no tienen plaza en un geriátrico o no desean ingresar en centros de este tipo.

El colectivo de abuelos que precisa de la ayuda a domicilio (SAD) para mantenerse en su casa o en la de sus familias se eleva ya a 2.868 ancianos, lo que representa un incremento del 20% respecto a hace sólo dos años. El servicio que se presta a la mayoría de ellos, un total de 1.990 personas, depende de la Diputación, ya que esta institución es la encargada de ocuparse de todos los ancianos de la zona rural, así como de aquellos que residen en Vitoria y que presentan dependencia física o psíquica.

A su vez, el Ayuntamiento de la capital alavesa atiende a 878 mayores de la ciudad que conservan su autonomía pero que necesitan de cierta ayuda doméstica para tener la casa en buenas condiciones o alimentarse como es debido.

Aunque el número de usuarios se ha incrementado de forma muy importante en los últimos años, Álava todavía presume de no tener lista de espera para el SAD. El objetivo de este recurso social es garantizar la permanencia de los ancianos en sus domicilios no sólo porque son muchos los que así lo quieren, sino también porque resulta mucho más económico que ingresarlos en residencias.

En cualquier caso, la cobertura universal del servicio obliga a las instituciones a incrementar cada año el dinero que se destina a este programa. El gasto previsto para este año alcanza ya un volumen considerable. Nada menos que 21 millones de euros. De esta cantidad, la Diputación aporta 17,8 millones y Vitoria los 2,3 restantes.

El presupuesto necesario este año para garantizar el bienestar de los ancianos en sus casas supone un incremento del 33% si se comparan con el gasto de hace dos ejercicios. Este importante aumento se justifica por la necesidad de las empresas de crear más de un centenar de nuevas contrataciones en un sector de empleo eminentemente femenino.

Nuevas trabajadoras

Las seis empresas con las que las instituciones tienen contratado el SAD suman ya 934 trabajadoras, un 16% más que en 2004. Se da la circunstancia de que buena parte de los nuevos puestos están siendo absorbidos en su inmensa mayoría por mujeres inmigrantes, sobre todo latinoamericanas, lo que se explica por razones del idioma.

Según los datos facilitados por las propias empresas a EL CORREO, la ayuda a domicilio ocupa ya a cerca de 130 mujeres extranjeras, lo que representa un 14% del total. El porcentaje puede resultar menor, pero es muy significativo si se tiene en cuenta que «hace cuatro años no había ninguna», resalta un portavoz de la cooperativa Arabako Laguntza.

Aunque el nuevo fenómeno apenas es visible en las empresas que prestan sus servicios en la zona rural, entre las que operan en la ciudad es perfectamente perceptible. Tanto es así que un responsable de Eulen afirma que «una cuarta parte de la plantilla en Vitoria» se corresponde ya con mujeres extranjeras. En la misma línea, la firma Maiteder señala que emplea ya a 47 mujeres latinoamericanas, algo más del 20% del total.

Todas las empresas consultadas coinciden en decir que los nuevos currículos que les llegan corresponden en su gran mayoría con mujeres extranjeras. «Como ocurre en otros sectores, los autóctonos no demandan empleo y la ayuda a domicilio es un buen trabajo para iniciar una carrera laboral».

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