En las últimas semanas el ambiente se ha enrarecido en Bellvitge, uno de los barrios más tranquilos de l’Hospitalet de Llobregat. Coincidiendo con un repunte en los datos de criminalidad que según el Ayuntamiento ya se está revirtiendo, por allí han aparecido grupos extremistas que incluso han llegado a organizar una manifestación y se han creado algunas patrullas nocturnas vecinales. En este contexto, más de veinte asociaciones de la barriada suscribieron este martes una carta pública posicionándose en contra de los discursos de odio, de dichas patrullas y reclamando seguridad.

En la carta abierta, las asociaciones expresan su “profunda preocupación ante la reciente organización de patrullas nocturnas”. “Entendemos y compartidos la inquietud vecinal por la seguridad, pero la respuesta no puede pasar por la creación de grupos de vigilancia al margen de la legalidad”, sostienen.

El texto está suscrito por más de veinte entidades de todo tipo: culturales, deportivas, educativas y vecinales, que incluso en más de una ocasión han mostrado sus diferencias en algunas cuestiones. Pero esta vez se han puesto de acuerdo para afirmar que les “alarma especialmente el riesgo de que las patrullas puedan estar infiltradas por grupos de extrema derecha”.

En Bellvitge, durante la manifestación, en las redes sociales y en las patrullas ciudadanas se han hecho presentes el Frente Obrero y Juventud Combativa. “Los convocantes de la manifestación son personas que no viven en el barrio de Bellvitge, con una vinculación con partidos de extrema derecha y que tienen un interés muy claro en desestabilizar la imagen y la convivencia”, precisa Jesús Husillos, teniente de alcaldía del área de Seguretat y Govern Intern del Ayuntamiento de l’Hospitalet.

“Queremos recordar que ni todos los que van de negro y en patinete son delincuentes, ni todos los delincuentes van de negro y en patinete”, retoman las asociaciones. “Bellvitge siempre ha sido un barrio obrero, luchador, acogedor, donde todo el mundo ha encontrado su espacio sin cabida para el odio”, rematan rechazando la estigmatización de la inmigración

Al mismo tiempo, reclaman al Ayuntamiento “actuar con urgencia y de manera integral para garantizar la seguridad en Bellvitge, implementando medidas efectivas y visibles que disuadan la delincuencia”. También afean “dificultad en los trámites para poner denuncias ”.

“Bellvitge tiene unos indicadores de seguridad muy razonables”, remarca Husillos. “Es cierto que se han producido incidentes aislados”, matiza. Según él, se está dando un “cambio radical” en la presión policial en el conjunto de l’Hospitalet. Hace referencia a planes como el Brida o el Kanpai, con colaboración de diferentes cuerpos de seguridad. El último Kanpai, tuvo una “presencia notable en Bellvitge”.

Según el Ayuntamiento, la presión policial está rebajando los índices de criminalidad tras un repunte de hurtos y robos con violencia a principios de año en Bellvitge. Husillos reconoce que “queda trabajo por hacer”. “Las patrullas ciudadanas nunca serán buena solución. No tienen toda la información, ni autoridad legal y pueden comportar otros riesgos para la convivencia”, sentencia. Se teme que todo esto acabe con incidentes graves en las calles.