Más de medio millar de inmigrantes ilegales desembarcaron en la jornada de ayer en distintos puertos de las islas Canarias. Esta nueva oleada de embarcaciones ha traído consigo también a varios menores. Varios de los ‘sin papeles’ presentan graves quemaduras en la piel y llagas provocadas por el sol y el salitre. Al menos 500 inmigrantes ilegales, entre ellos dos mujeres y un número sin determinar de menores de edad, llegaron ayer a Canarias a bordo de siete cayucos. Seis de esas embarcaciones arribaron a lo largo del día a las costas de Tenerife, Gran Canaria y El Hierro, mientras que el séptimo fue interceptado por el servicio de Salvamento Marítimo a unas 50 millas al sur de la costa tinerfeña.

Los equipos de rescate trabajaron a destajo durante todo el día para atender a los sin papeles, pues muchos presentaban fuertes quemaduras en la piel y llagas provocabas por el intenso sol y el salitre. A Tenerife llegaron dos cayucos con 175 personas, a los que hay que sumar los ocupantes de otra embarcación –cuyo número se desconoce– que al cierre de esta crónica navegaba hacia el puerto de Los Cristianos. En una de las lanchas había varias personas enfermas a causa de las duras condiciones de la travesía.

A Gran Canaria arribaron otras dos barcas, con 121 inmigrantes. La primera de ellas, que transportaba a unas 80 personas, fue detectada por un pesquero que dio aviso a una patrullera, que la interceptó y escoltó hasta tierra firme. Antes, varios agentes tuvieron que hacerse con el control de la nave, pues el mal tiempo y el mar embravecido en la zona inhabilitaron a los extranjeros para llegar a puerto por sí mismo.

Falsa alarma

El segundo bote, llegado a Gran Canaria con 43 inmigrantes a bordo, fue encontrado por un buque oceanográfico 25 millas al sur de la isla. Una patrullera de la Armada y una embarcación de Salvamento Marítimo salieron a su encuentro y rescataron a los tripulantes, que fueron llevados a tierra. La Marina siguió patrullando la zona porque había sido avisada por una embarcación particular de la inminente llegada de otra patera, aviso que resultó ser falso. Otras dos embarcaciones, con 151 personas a bordo, lograron llegar por sus propios medios al Archipiélago Canario a pesar del viento y la fuerte marejada que azotaron la zona durante el día. El primero, con 78 indocumentados –entre ellos dos menores– que aseguraron ser senegaleses, llegó a las ocho de la mañana a La Gomera.

El segundo arribó la puerto de La Restinga, en El Hierro, con 73 ilegales, entre ellos otros dos menores. Con ellos son 1.500 los inmigrantes llegados a Canarias en los últimos cinco días, y más de 20.000 los que lo lograron en lo que va de año.

La llegada de inmigrantes ha sido especialmente intensa en el verano, particularmente en agosto, y ha llevado al Gobierno canario a pedir la intervención de la ONU. A fines de abril, la Delegación del Gobierno en Canarias ya advertía de la situación, cifrando en 5.200 los inmigrantes sin documentación llegados a las islas en los primeros cuatro meses del año, es decir, 400 más de los que habían llegado en todo el 2005.

Por otro lado, los 53 subsaharianos expulsados por las autoridades marroquíes en tierra de nadie, entre el Sahara y Mauritania, desde el pasado día 25 de agosto, serán acogidos por las autoridades mauritanas, según informaron ayer fuentes diplomáticas. Se trata de 37 malienses y de otros ciudadanos de Senegal, Costa de Marfil y de Guinea que intentaron pasar de Mauritania al territorio del Sahara para intentar emigrar ilegalmente a España.