«No podemos irnos a otro sitio porque nadie quiere alquilarnos una casa en condiciones normales». Abdulak no entiende por qué hay tantos problemas para alquilar una vivienda en Murcia. Según sus palabras, en cualquier otro lugar no han encontrado tantos obstáculos. La gente da el mismo precio a cualquier otro inquilino pero, según el grupo de argelinos del carril de los Valeras, si alguno de ellos se dispone a rentar un piso la respuesta es siempre la misma: «¿De qué país eres?. Si eres extranjero el alquiler son 700 euros, además de la luz y el agua».

Adulak y sus vecinos lamentan la intransigencia que tienen los murcianos para alquilarles incluso una habitación. No saben cómo convencerlos de que son gente responsable y de que la vivienda estará bien cuidada. Además se ven atados de pies y manos a la hora de cursar tramites vinculados a los servicios sociales, porque cuando el trabajo les permite ir en busca de una solución estos organismos están cerrados, Así, no les queda otra que vivir en el inmundo casón del carril de los Valeras.