MADRID – Un total de 557 inmigrantes irregulares a bordo de siete cayucos
arribaron ayer por sus propios medios o remolcados por Salvamento Marítimo
a las costas canarias, mientras Tenerife esperaba al cierre de esta
edición la llegada de dos embarcaciones más. Con la llegada de estas
últimas a las Islas, la barrera de 20.000 inmigrantes a bordo de cayucos
en lo que va de año está a punto de superarse.
   En este
sentido, a la costa tinerfeña ha llegado el mayor número de extranjeros
indocumentados, con 192 personas a bordo de dos cayucos, mientras que a
Gran Canaria han llegado 121 inmigrantes en otras dos barcazas y a las
islas de La Gomera y El Hierro han arribado embarcaciones con 78 y 73
ocupantes, respectivamente.
   Precisamente, uno de los cayucos que ha
llegado en las últimas horas a Canarias procedía de Gambia, país en el que
ya se han hecho gestiones diplomáticas para evitar este tipo de salidas,
según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. Los
esfuerzos que se realizan en Marruecos, Mauritania y Senegal para evitar
la salida de embarcaciones cargadas de inmigrantes ha hecho que los
organizadores de estos viajes se hayan planteado utilizar otros
territorios como puntos de embarque. «La sensación – según las citadas
fuentes – es que se desplazan, en esta búsqueda de nuevos puertos, a más
velocidad que las medidas que el Gobierno, en un esfuerzo casi en
solitario, realiza durante las últimas semanas». La oleada en las últimas
horas se atribuye, en cualquier caso, a que las autoridades de Senegal,
con el fin de quitarse de encima la presión humana que tienen en sus
costas, han permitido la salida masiva de las embarcaciones antes de que
se ponga en marcha el operativo de control que se ha previsto.
   El
hecho de que uno de los cayucos proceda de Gambia da idea, según las
referidas fuentes, de la magnitud del problema y de la necesidad de que la
UE se implique de una manera más decidida en este asunto ya que, a la
postre, se trata de emigrantes que quieren acceder a Europa por la puerta
de España.
   Asimismo, plantearon que si, a corto plazo, no llega
la ayuda, las autoridades españolas pensarán en usar todos los medios
disponibles para afrontar el problema, incluida la Armada. La Ley del Mar,
aseguraron, es muy clara y, en caso de interceptación de una nave de este
tipo, puede ser llevada a la costa más próxima y no necesariamente a
Canarias.