Montenegro retiene el poder en Portugal, pero lejos de la mayoría absoluta

El conservador revalida su triunfo y el segundo puesto se dirime en una reñida batalla entre el Partido Socialista y los ultras de Chega

Diario Vasco, Ivia Ugalde, 18-05-2025

Tal y como anunciaban las encuestas a lo largo de la campaña, el partido de centroderecha que gobierna Portugal, Alianza Democrática (AD), revalidó este domingo … su poder en las elecciones legislativas anticipadas. Con casi el 100% de los votos escrutados, incluso mejora los resultados cosechados en la cita con las urnas de marzo de 2024. En concreto, la coalición encabezada por el primer ministro conservador, Luís Montenegro, obtuvo en torno al 33% de los votos frente al 28,8% del año pasado. Es un porcentaje que le podría otorgar en torno a 90 diputados, todavía a gran distancia de la mayoría absoluta de 116 escaños en un Parlamento de 230.

En la frenética lucha por el segundo puesto anoche estaban el Partido Socialista y una crecida ultraderecha. La formación Chega, del populista André Ventura, protagonizó el mayor salto al superar el 22% de las papeletas – obtuvo un 18% en 2024 – y le separaban apenas centésimas de la histórica formación progresista, que empeora sus resultados y podría perder hasta 15 escaños.

Precisamente una de las grandes incógnitas era el resultado que cosecharía Chega, al que los sondeos previos a los comicios otorgaban un 17%, un punto menos que en la pasada cita. La expectación se había multiplicado tras la agitación que sufrió la formación al cierre de campaña por los problemas de salud de su líder, André Ventura, que precisó tratamiento hospitalario en dos ocasiones a causa de un espasmo esofágico por el que tuvo que ser evacuado de urgencia el pasado jueves en pleno mitin en la localidad de Odemira.

«Chega tendrá un gran resultado», clamó exultante Pedro Pinto, líder de la bancada parlamentaria de la formación ultra, nada más conocerse las primeras proyecciones. «No sabemos si quedaremos en segundo o tercer lugar, pero sabemos que el sistema se tambalea y que Chega ha roto el bipartidismo en Portugal», dijo ante las 200 personas que seguían el escrutinio junto a él en Lisboa. En contraste, un silencio incómodo se apoderaba del cuartel general de los socialistas en Altis, donde no se observaban banderas ni risas, sólo caras de preocupación.

Las terceras elecciones en tres años se convocaron apenas un año después del inicio del mandato en minoría del conservador Luís Montenegro. Abogado de 52 años, fue el propio mandatario quien forzó la convocatoria anticipada al verse obligado a dimitir el pasado marzo tras perder en el Parlamento el voto de confianza que él mismo promovió para evitar ser investigado por presuntas irregularidades de una empresa de consultoría propiedad de su familia. «Nadie ha sido jamás tan transparente como yo», afirmó en su último mitin.

Pese al cansancio de la población por tener que acudir nuevamente a las urnas, la participación en Portugal se situó este domingo en el 64%. La gran dificultad de Montenegro a partir de hoy será lograr un gobierno estable para Portugal. Podría formar un gobierno en minoría, aunque buena parte de los analistas ven al partido proempresarial Iniciativa Liberal (IL) como un socio natural para sellar una alianza con los conservadores. Eso sí, ni siquiera sumando sus votos alcanzarían la mayoría absoluta, ya que IL logró poco más del 5% de los sufragios.

Portugal, que en la UE puede presumir de contar con un crecimiento económico superior a la mayoría de Estados miembro gracias a superávits presupuestarios y a haber reducido su deuda, necesita estabilidad política cuanto antes. De ello dependerá poder llevar adelante proyectos importantes como el de la minería de litio en la zona norte o la privatización largamente postergada de la aerolínea TAP. Pero también para gozar de un liderazgo fuerte ahora que Donald Trump ha agitado el tablero político internacional y dibuja amenazas sobre Europa.

Con ese argumento, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, en un discurso la víspera de las elecciones, instó a la población a acudir masivamente a las urnas. «No votar sería enterrar la cabeza en la arena», dijo, consciente de que la ciudadanía tiene ahora «mayores responsabilidades» por la imprevisibilidad imperante a nivel global.

A nivel doméstico también existen grandes retos, como la inmigración o el acceso a la vivienda, temas que han estado muy presentes a lo largo de la campaña y que no han podido ser gestionados de manera contundente por la fragilidad que ha caracterizado a los gobiernos portugueses en la última década. De hecho, en diez años solo un Ejecutivo portugués, el del socialista António Costa, obtuvo mayoría parlamentaria, en enero de 2022. Pero se derrumbó en noviembre del año siguiente, cuando el ahora presidente del Consejo Europeo dimitió al verse envuelto en un caso de corrupción, pese a que finalmente no fue declarado sospechoso.

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