Miranda mantiene la tónica general del conjunto del país en cuanto al crecimiento poblacional. Un aumento que, en gran medida, tiene su origen en el incremento de la presencia de ciudadanos de otras nacionalidades. El primer dato que llama la atención en las cifras totales es que el número de empadronados nacionales ha descendido en 519. En el año 2003 los españoles censados en Miranda eran 35.271, y en la actualidad el número total es de 34.752, un 1’47% menos

Según Fernando Campo esto tiene una «explicación lógica» y no es un dato significativo. «Esa cifra se corresponde, fundamentalmente, con los estudiantes que cuando se van a estudiar fuera, se empadronan empadronan en esas ciudades para tener una serie de ventajas y mejoras».

En la parte contraria de la balanza se encuentra la población inmigrante. Si en 2003 significaban el 4’98% del censo, a 31 de agosto de 2006 son el 9’89% de la población. Hace tres años el número total de estos ciudadanos con distintas nacionales era de 1.757 y ahora a llegado a 3.816. Su presencia en Miranda se ha incrementado en un 117%.

Para el alcalde es un fenómeno positivo si quienes vienen se integran y trabajan. Además «indirectamente para el Ayuntamiento suponen unos mayores ingresos. Al aumentar la población el dinero que nos viene del Estado es mayor». Por otra parte, – añade – «contribuyen a que una parte de la actividad económica de la ciudad se mueva más».