La relativa tranquilidad de principios de agosto ha disminuido en las últimas semanas con la llegada de menores inmigrantes a las costas andaluzas en los últimos días, 57 desde el 21 de agosto. Esta última oleada ha provocado la saturación de los centros de la Administración autonómica y la activación, por decimoséptima vez desde que se pusiera en marcha, del Plan de Emergencia.

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, indicó que tras unos primeros meses del año en los que bajó de forma considerable el número de menores, en los últimos días han llegado 57 que, junto a aquellos ya residentes, hacen un total de 900 menores inmigrantes en los centros.

De esta manera, el 30% de los menores que se encuentran en los centros de protección de la Junta de Andalucía son inmigrantes no acompañados que han llegado de forma irregular a Andalucía. «No podemos dejarlo en calle», señaló la consejera. Por todo ello, a la activación de los planes de emergencia, la titular de Bienestar Social sumó otras actuaciones de la Junta.

Navarro volvió a recordar que desde 2003 no se ha llevado a cabo ningún reagrupamiento familiar e insistió en pedir que se plantee esta fórmula. «Estamos hablando de menores que tienen familia, están fuera de su país y están solos pero mantienen un contacto permanente con sus familiares», expuso.

Por ello, y aunque valoró que se puedan construir centros de formación laboral en Marruecos – como aboga el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo – , la consejera defiende que la prioridad reside en que estos menores vuelvan con sus padres.