Usó el victimismo como excusa, pero la policía ha descubierto que el hombre que agredió a un compañero de trabajo en Dénia no estaba humillado por ser negro, ni mucho menos.


La historia se ciñe a la rivalidad entre dos cuadrillas que comparten contrata y a la agresividad de uno de ellos que se liberó por el simple motivo de que no le dejaron beber de una botella de agua. Los testimonios de los dos bandos se contradijeron en un primer momento.


Pero tras tomar declaración a todos los trabajadores e investigar el historial del agresor la Policía Nacional ha descubierto que el trabajador que apuñaló a un compañero de obra en las afueras de Dénia tiene numerosos antecedentes delictivos.


El hombre, de unos 40 años de edad y residente en la provincia, ha estado anteriormente imputado por diversas agresiones, maltrato, abusos sexuales y desobediencia a la autoridad. Quizás por ello, cuando fue detenido, tras clavar en la espalda un cuchillo a otro hombre durante su jornada laboral, argumentó en su defensa que estaba harto de recibir insultos racistas.


Pero de nada le ha servido esta farsa después de que los agentes del área Judicial interrogaran ayer a los testigos y certificaran que no ocurrió tal acoso en ningún momento.


Disposición del juez

Tras reconocer los hechos, el detenido pasará hoy a disposición del juez. Los gentes hallaron la hoja del arma empleada clavada en un madero de la nave industrial donde estaba trabajado


Mientras, la víctima, sigue ingresada en el hospital comarcal de Dénia y, en principio, se halla en estado grave. La agresión le ha producido una lesión en el pulmón, que aunque no hace peligrar su vida, le ha impedido prestar declaración de lo ocurrido.


También deberá responder de la acusación de agredir a su compañero con una viga.