A pesar de que el inglés tiene unos 390 millones de hablantes como lengua materna —y más de mil millones como segundo idioma— el gobierno de Reino Unido considera necesario proteger su idioma ante la inmigración. Una propuesta que la administración Starmer que ha trascendido en medios británicos y que se presentará la próxima semana endurecerá la exigencia de conocimiento del inglés para los solicitantes de visado.

Actualmente, la exigencia es un conocimiento del inglés a nivel del GCSE, el título de educación secundaria que obtienen los estudiantes británicos a los 16 años. El proyecto gubernamental pretende elevar la exigencia a un nivel B – 2, alto – intermedio. Una capacitación que permite escribir ensayos, participar en debates y comprender textos complejos o técnicos.

El objeto de este cambio, según The Times, es controlar la tasa de migración neta (728.000 personas, según el último registro) dificultando la entrada en el país a quien no tenga un nivel de estudios alto. “Si quieren venir aquí, deberán contribuir e integrarse”, señala una fuente gubernamental en el mismo diario.

Según una encuesta del mismo medio, el 91% de los usuarios que han participado en la misma está de acuerdo con esta iniciativa que planteará el Ejecutivo laborista.