M. ASENJO

MADRID. La Comunidad de Madrid acogerá el próximo curso en sus centros educativos no universitarios a 114.897 escolares procedentes de familias inmigrantes no comunitarias, lo que supone un incremento del 10,78% con respecto al año anterior y alrededor del 10% del total del alumnado del sistema educativo regional en los tramos preuniversitarios. El año pasado llegaron a las aulas 103.719 niños y adolescentes de países no comunitarios.

Según estimaciones de la Consejería de Educación, si se suman los escolares procedentes de países de la Unión Europea la cifra asciende hasta 125.413, lo que supone un 11,19% más que en el curso 2005 – 06.

Más de la mitad de los escolares extranjeros acuden a clase en Madrid capital. De los 64.739 matriculados, 59.872 proceden de países no comunitarios y el resto de otras naciones. A continuación, se sitúa el área sur, con 24.779 escolares, 23.193 inmigrantes no comunitarios. La zona este acoge a 14.405 niños, de los que 13.284 han nacido fuera de los límites de la Unión Europea. A mayor distancia aparece el oeste de la Comunidad que recibe a 12.583 alumnos, 11.088 de ellos no comunitarios. Finalmente, el norte cuenta con 8.907 estudiantes, la mayoría (7.460) de familias no comunitarias.

Privados y concertados

Dentro de los no comunitarios, Ecuador es el país que más escolares aporta en Madrid capital (22.872), y en el norte de la región (1.673). Marruecos domina en el sur de la Comunidad (5.247) y en el oeste (2.840). En el este, donde se sitúa el Corredor del Henares, los niños de nacionalidad rumana son mayoría (5.395), seguidos de los marroquíes (1.430) y de los ecuatorianos (1.349). En el conjunto de este alumnado, los ecuatorianos son mayoría (32.004), seguidos de marroquíes (14.988), rumanos (11.874) y colombianos (10.627).

El alumnado extranjero se distribuye por centros públicos y concertados y en un porcentaje insignificante en privados.

Por sus dimensiones, la red pública absorbe a un mayor número de alumnos foráneos, pero se da la circunstancia de que numerosos colegios concertados cuentan con un porcentaje de inmigrantes superior el 60% del total de su alumnado. La concertada contribuye de manera cada vez más significativa a escolarizar a los alumnos procedentes de otros países, sobre todo en barrios de la capital donde el porcentaje de familias de otras nacionalidades crece constantemente.

Reserva de plazas

La normativa de la Comunidad determina que los colegios públicos y concertados tiene obligación de reservar tres plazas por aula en Infantil y Primaria y cuatro en Secundaria Obligatoria (ESO) para los alumnos inmigrantes. según la Ley de Educación (LOE). Hasta ahora, la reserva se mantenía durante todo el curso – salvo excepciones – , en previsión de incorporaciones tardías. A partir de este año y en aplicación de la Ley de Educación (LOE), la reserva caducará con el cierre del periodo ordinario de admisión y los niños que se incorporen con las clases ya comenzadas serán escolarizados de acuerdo con su situación, edad y nivel académico. Para ello, los centros podrán incrementar en un 10% el número de alumnos por aula.

Para atender a los inmigrantes con dificultades de idioma, aprendizaje u otros problemas, la Comunidad ha establecido las denominadas «Aulas de enlace» en las que los alumnos permanecen entre tres y nueve meses hasta que alcanzan el nivel adecuado y pueden incorporarse a las clases que les corresponden. Estas clases funcionan tanto en centros públicos como en concertados y se han mostrado muy eficaces.

Más calidad

El consejero de Educación, Luis Peral, considera que los datos sobre la población escolar inmigrante en Madrid reflejan la realidad de que «la Comunidad debido a su pujanza económica atrae a un número de inmigrantes cada vez más alto».

Además, Peral entiende que «las cifras desmienten al Instituto Nacional de Estadística (INE) que deparan una disminución del flujo de inmigrantes a Madrid».

El máximo responsable de la educación madrileña advierte también de que la atención a los niños extranjeros no devalúa la calidad ni va en detrimento de los madrileños. «Antes bien – dice – se produce el efecto contrario, ya que los programas de becas y ayudas y benefician a todos por igual».

En este sentido, recuerda que todas las solicitudes de becas para libros de texto debidamente cumplimentadas han sido atendidas, que las ayudas para comedor han crecido hasta llegar a 80,000 y que de las becas de escolarización para menores de 3 años benefician a 25.000 niños. A todos estos programas se acogen tanto niños madrileños como los que han llegado de otros países o proceden de familias inmigrantes.
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