Oliver Stone lleva a Venecia el drama del 11-S, y Spike Lee el del 'Katrina'

'World Trade Center' provocó algunos reproches por su falta de crítica 'Cuando los diques se rompieron' recibió una enorme ovación

Diario Vasco, 02-09-2006

VENECIA. DV. Cinco años después del 11 – S, Oliver Stone es el primer director que le ha echado valor y se acercado a las ruinas de las Torres Gemelas para hacer una película. Sólo por eso y dadas las connotaciones colosales de lo que ocurrió aquel día World Trade Center ya tiene mérito, pero la aproximación que Stone ha elegido a un asunto tan delicado causó este viernes polémica, traducida incluso en pitos en la proyección de prensa. Más o menos, el reproche es que no se moja y se pone patriótico, con lo que eso fastidia. El cineasta que más ha explorado la vida política de Estados Unidos, desde Vietnam a El Salvador, de Nixon a Kennedy, y el más cañero con la administración Bush, ha dejado para otra película las muchas lecturas del caso para centrarse exclusivamente en la pura experiencia humana del terror y la muerte, a través de la historia real de dos policías que quedaron atrapados en la ‘zona cero’ y fueron rescatados con vida. Los dos, interpretados por Nicholas Cage y Michael Peña, estaban en el Lido y firmaron si dudar lo que se ve en la pantalla.

El director de Platoon y JFK rueda como dios y logra sencillamente trasladarte a las puertas del infierno, unas oscuras entrañas de hierros deformados y sonidos de ultratumba donde toda forma de vida parece haber tocado su fin. No se ven los aviones ni las imágenes que nadie olvidará nunca, pero se siente todo el peso de dos rascacielos que se derrumban sobre una persona, y se pasan casi dos horas allí dentro. La cámara se mueve en un lugar muy profundo de las vivencias y las conciencias, saliendo a ratos a mostrar la angustia de las familias de los dos agentes. Incluso los críticos que sonreían con condescendencia en momentos de sensiblería, que inevitablemente los hay y son mejorables, deberían confesar que se les escapó alguna lagrimita.

Una imagen culmina el repudio general y es la que se cita de inmediato: en un momento de delirio uno de los agentes dice ver a Cristo, y Stone va y lo saca.

La película World Trade Center les ha gustado hasta a los republicanos y los locutores más fachas, que a duras penas creen que se trate de Oliver Stone. Pero fuera de casa será probablemente más incomprendida.

El ‘Katrina’

Curiosamente, en el lado opuesto se halla el último trabajo de Spike Lee, que con Stone es seguramente el realizador más político de EE UU. Cuando los diques se rompieron aborda la otra gran tragedia que ha golpeado al país, el desastre del huracán Katrina que devastó hace un año Nueva Orleans y causó 1.500 muertos. Lee se ha marcado un demoledor documental de cuatro horas que se traga enterito sin parpadear. Además de un himno de compasión por el drama de miles de personas y de una ciudad, se trata de una denuncia en toda regla de la desastrosa gestión de la tragedia por parte de las autoridades, con Bush como objetivo de fondo.

La acumulación de negligencias es tal que el retrato completo, de las implicaciones racistas a la posterior especulación inmobiliaria, hace tambalearse la imagen misma de lo que es en este momento Estados Unidos. El realizador recibió la más enorme ovación que se ha oído hasta ahora en la Mostra.

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