Para el presidente del Gobierno

Canarias 7, 02-09-2006


Las Palmas de Gran Canaria

Distinguido Sr. Martín, cuando hace algunos años compartiamos el Salón de Plenos, los pasillos y jardines; y hasta algún que otro café en el Parlamento de Canarias, ya me parecian justificadas lsa leyendas que le acompañaban. Entre dimes y diretes, se le tildaba de trabajador infatigable, de analista permanente en busqueda incansable del nirvana y por supuesto de farragoso orador, que sin apuntador que le asistiera venia obligado a no perder un ripio, de los que sus papeles le contaban. Quizas fuera por esto último, que acudiendo a la cita con la adicción tabaquil y dede la tribuna de vidrieras no faltara nunca alguno de sus acolitos, apostillando a golpe de calada… «en la distancia corta es ¡in – presionante». Y claro, uno siempre fiel a los usos del fumando espero (¡malísimo para la salud, pero bueno para todo lo demás, según diría don Manuel Alcántara!); no podia por menos, que volviendo la cabeza, reconocer algun componente de su super gabinete, o incluso alguna profesora de Derecho Romano, que finalmente alcanzó los pasos perdidos de una Consejería, que aun no siendo la deseada, colmaba su pastillero de nacar y sus esperanzas a lo Oliver Twist.

Aquellos fueron tiempos complicados para todos pero de alguna manera es dificil de olvidar aquel banco azul, del que su señoría, vicepresidente económico plenipotenciario, tejía y destejía como la Penélope de Ulises, el manto de purpurina, que telediarios más tarde luciría en la Presidencia del Consejo del Gobierno. Era curioso comprobar, pleno tras pleno su distanciamiento medido con don Román; que a lo visto le salió respondón, y entre vanidades, mociones de censura, aeromédicas, tindayas, y demás zarandajas, iniciaba un camino de arrepentimientos y renovación espiritual en su cruzada hacia Damasco, entre admiraciones ya sabe, donde se cayó del caballo, la luz le iluminó y comenzara a fundar los conventos de su orden denominada Nueva Canarias; que para que nadie se nos despiste, acoge y recoge con un espíritu de sacrificio difícil de ponderar, a todos aquellos creyentes ávidos de emociones renovadas y buenas, buenísimas …. intenciones desinteresadas.

Yo no sé cuál de las C se les perdió por el camino. Desconozco también si la pluralidad de tribus políticas, que daban apariencia a su Coalición, se rebelaron porque se cansaron de ir detrás de ATI, que aún no teniendo parentesco con el general mongol, algunos parecían confundirles por sus galopadas sobre la hierba, sus claras prioridades y el curioso reparto de fondos obtenidos.

En fin, fuese como fuera, aquel sueño de una noche de verano, que algunos imaginaron (Coalición Canaria) se les descafeinó; y hoy uno tiene la sensación, que el cirujano se excedió con las liposucciones, los bottox y las lavativas laxantes, siempre tan desagradables.

Ustedes sr. Martín, tendrán que explicarles a los ciudadanos, trás más de doce años gobernando, quiénes son en realidad; a qué se han dedicado, y por supuesto si tras las purgas y adelgazamientos, tan solo se representan a si mismos y a los de siempre; esos agradecidos entes subvencionados que por lo menos hasta mayo, le seguirán almidonando las sábanas y demás ropa delicada que lo requiera.

Sr. presidente, le ruego encarecidamente deje de hacer victimismo demagógico con la inmigración irregular. Le pido con todo respeto no utilice este grave problema como arma arrojadiza, electoral y populachera para ganar un espacio político, que ustedes solitos han dilapidado a golpes de luchas de poder, enfrentamientos internos, listas de espera sanitarias, abandono de políticas de menores y mayores, convalidaciones, desequilibrios presupuestarios, contratas y subcontratas; y todos cuanto se les puso en los estrechos geográficos.

Yo apelo a su sentido leal de la responsabilidad, sabiendo que durante más de diez años, ni usted ni los suyos, han tenido la beligerancia necesaria, ni la capacidad de previsión exigibles para hoy con objetividad, poder admitir sus suspiros y lamentos.

Sr. Martín, ¿hace cuánto tiempo que su Gobierno nombró una Dirección General para asuntos africanos? Sr. Martín, durante más de doce años, ¿cuántas veces demandó de los gobiernos del sr. Aznar, lo que ahora pretende se resuelva en poco menos de dos años? Sr. Martín ¿por qué no quiso usted escuchar al CES; a la oposición socialista; a los sindicatos; a los empresarios; y a las comisiones de estudio pagadas con el dinero de todos?. Sr. Martín, durante más de doce años, en sus presupuestos, año trás año, ¿cuánto ha dedicado usted a África, a la pobreza, y a los menores?

¡Ya vale!. sr. presidente. Usted sabe que el problema del siglo XXI es precisamente este, la inmigración irregular y lo sabe ahora; y lo sabia hace más de doce años; así que ahorremos sus declaraciones de incapacidad en la gestión que no se puede resolver alimentando la alarma social, el victimismo y electoralismo de rebajas.

Usted ha gobernado durante años, con aquellos que nos llevaron a una guerra, conquistaban perejiles y consolidaban una política exterior, de cuyos efectos, a lo mejor algo tiene que ver lo sucedido.

Sr. presidente, saquemos la inmigración irregular de la política de baratillo; y hagamos política de Estado para afrontar este grave asunto. Hablar menos y hacer más. Europa, gobiernos con gobiernos, diálogo y gestión multidisciplinar y multidireccional; y los milagros sr. presidente dejemos que se encargue el cielo de producirlos.

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