El veto aplicado a los diputados de la ultraderechista AfD en el equipo de fútbol del Parlamento alemán ha sido levantado por la Audiencia Provincial de Berlín al considerar que contradice los estatutos del FC Budestag y, por lo tanto, es nulo, aunque ya está en marcha un recurso ante el Tribunal de Apelaciones.

El año pasado, la junta directiva del club de la Cámara baja del Parlamento alemán decidió llevar a sus filas el cordón sanitario contra la ultraderecha. Así, con 29 fotos a favor, once en contra y dos abstenciones, el FC Bundestag acordó excluir a los cuatro diputados de AfD miembros del equipo, Malte Kaufmann, Jörn König, Petr Bystron y Wolfgang Wiehle, de los encuentros del conjunto parlamentario.

El capitán del equipo, el socialdemócrata Mahmut Özdemir, defendió entonces la exclusión del partido ultraderechista al afirmar que la gente y el deporte organizado están pendientes de este club tan especial y que numerosos partidos programados del FC Bundestag ya habían sido cancelados por los equipos contrarios, porque «nadie quiere enfrentarse en el campo a un diputado de AfD».

«Nuestra señal es clara: no toleramos en el FC Bundestag a socios que como miembros de la AfD pactan con la extrema derecha o al menos la consienten», declaró Özdemir, y agregó que «cada uno de los compañeros de la AfD puede plantearse ahora si le es más importante pertenecer a la AfD o al FC Bundestag».

«Un éxito para la democracia«, según AfD

Sin embargo, ese veto ha sido declarado nulo por una sentencia de la Audiencia Provincial de Berlín que ha sido calificada por König y Kaufmann, dos de los diputados de AfD excluidos, como «un gran éxito para la democracia y el Estado de Derecho, y de la que estamos muy satisfechos».

Han añadido que «el tribunal ha dejado claro que el club de fútbol del Bundestag no puede excluir arbitrariamente a socios por razones de su afiliación a partidos y grupos parlamentarios».

«El proceder de la directiva del club contrastaba claramente con la idea del fútbol como deporte de equipo, que pretende unir a las personas por encima de todas las diferencias políticas y representa la cohesión, la equidad, el respeto y el disfrute», han subrayado.

«Esperamos volver a dar pronto lo mejor de nosotros mismos por el FC Bundestag sobre el terreno de juego con el águila en el pecho», han afirmado, al referirse al emblema en la camiseta de Alemania.

Tras la sentencia, está por ver qué ocurrirá en el equipo parlamentario, ya que, por un lado, se ha presentado el correspondiente recurso, y por otro, algunos de los diputados ya habían dejado bien claro que no quieren compartir ni vestuario ni juego con la ultraderecha. Uno de los más expeditivos ha sido Kassem Taher Saleh, de Los Verdes, quien ha señalado de manera contundente que «no me apetece nada jugar en el mismo equipo con nazis y ducharme junto a ellos».

Un actitud contraria a sus principios

Los parlamentarios contrarios a la presencia de AfD en la escuadra del Bundestag recuerdan que simplemente están trasladando a ese club lo que se conoce como «brandmauer», el llamado control sanitario que evita cualquier contacto, negociación o acuerdo con formaciones de ultraderecha.

Y se decidió su exclusión cuando desde AfD se estaba analizando las deportaciones masivas de extranjeros de Alemania. Una forma de proceder que iría en contra de los principios del equipo del Bundestag y por ese motivo, sus representantes parlamentarios fueron expulsados de la escuadra. Pero como este club está regulado por ley, al final han sido los tribunales los que han decidido sobre lo ocurre entre sus filas.

El club de fútbol que ha terminado en los juzgados juega contra equipos aficionados aprovechando las sesiones plenarias del Bundestag. Y, una vez al año, participa en el campeonato europeo parlamentario.

Disputó su primer partido en 1961 y por sus filas han pasado políticos como el canciller Gerhard Schröder o los ministros Joschka Fischer o Wolfgang Schäuble.